El trágico caso de la joven de 18 años que tras dar a luz a su hijo, presuntamente lo mató y lo tiró a un contenedor de basura, no ha tenido grandes variaciones en las últimas horas. Puestos en contacto con una persona cercana a la víctima, solo han podido explicar que sigue custodiada en una habitación del hospital, recuperándose del parto, a la espera de pasar a disposición judicial y comparecer ante el juez.

Después de hablar con la Comisaría de policía nacional y con el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, ambos han expresado que siguen las indagaciones respecto a este parricidio y que por tanto no pueden dar ningún tipo de dato. Desde el TSJ informan que solo hay una causa abierta por la muerte del recién nacido en el juzgado número 1 de Alcoy, cuyo titular procedió al levantamiento del cadáver en la noche del miércoles,  pero que a falta del atestado no existe otra información. En algún medio ha aparecido la identidad de la joven, pero esta persona cercana ha pedido encarecidamente la discrección, recalcando que la joven tiene derecho al anonimato y a la presunción de inocencia.

El delegado del gobierno y exconseller Serafín Castellano ha explicado en unas declaraciones en Alicante que el bebé pudo haber fallecido después de haber sido arrojado al contenedor y en una nota de prensa posterior se explica que la joven no era usuaria de los servicios de la concejalía de bienestar, su familia sí solicitó la ayuda por familia numerosa pero le fue denegada.

Señalar que la policía nacional ha tomado declaración en calidad de testigos al novio de la joven y a familiares suyos, no siendo ninguno de ellos detenido.