María Picó Chiquillo nació un 5 de marzo de 1908. Tiene 106 años. Sus padres, naturales de Quatretondeta, habían emigrado a Argelia y ella nació en Menaville, en la localidad de Constantine. Regresó a España con sus padres, Evaristo y María, de los que fue su única hija, a los 4 años.

Justo en ese momento, más o menos, se hizo la otra foto que acompaña la página, por lo que más de cien años separan ambas imágenes. Tras una temporada viviendo en Alcoleja ya se afincó en Alcoy.

María se casó con Rafael, quien falleció muy joven con 48 años, quedando viuda con 43. Ya no se volvió a casar. Ha tenido dos hijas, Esther y Maricel, cinco nietos, Remigi, Esther, Gina, Quique y Sergio y cinco bisnietos, Quico, Javier, Alba, Pablo y Ana. Queda muy poco para que nazca la sexta, Iria.

Su salud de hierro le ha permitido vivir sola en su casa hasta los 102 años. Tuvo algún susto en 2003 cuando sufrió un infarto, aunque ya en la UVI dio señales de su buen humor pidiendo una Fanta.

Durante sus más de un siglo de vida muchas han sido sus aventuras vitales. Se ha definido y sigue definiéndose por una máxima: su alegría vital. Una de las muchas anécdotas fue su regreso una temporada a su Argelia natal en plena rebelión árabe, lo que le obligó a volver rápidamente.

Sus familiares más cercanos la describen como divertida, bromista, cariñosa y a la vez con mucho carácter. Se planifica su vida a corto plazo, por festividades, y como curiosidad habla por las noches pues con tantos años tiene mucho que contar. Tiene buen apetito y no es partidaria de las medicinas, “com ha vingut se n’anirà”, afirma. Ella es para todos la ‘ueli’.