El accidente de tráfico sobreviene, como resultado desfavorable de múltiples factores, en un momento y lugar determinado.  La conducción de un vehículo plantea unas exigencias, cambiantes y diversas, al conductor, a las que éste debe hacer frente adaptando su capacidad de actuación a dichas exigencias. Es decir, el accidente es resultado de la rotura del equilibrio que debe existir entre las exigencias de la situación y las capacidades del conductor.

Los factores que intervienen en el accidente son: la vía y su entorno, el vehículo y el conductor. Siendo el factor humano el responsable de aproximadamente el 90% de los accidentes.

Con esto quiero decir que el problema de la calle Espejo no es de trazado, ni de asfalto y mucho menos de la lluvia. La problemática está en la velocidad; velocidad inadecuada para las circunstancias de la vía. Los conductores trazan la curva a la misma velocidad estando el pavimento seco que mojado. Si ha esta velocidad inadecuada para trazar la curva con lluvia le aplicamos la fuerza centrífuga que está presente en todas las curvas, el resultado es derrape seguro. No por el hecho de estar mojado el pavimento, sino porque el conductor tiene que rectificar la trayectoria del vehículo y lo hace de manera brusca. Esto es, dando un “volantazo”. Ha este golpe de volante le añadimos que el conductor actúa sobre el freno por reflejo, el  desenlace es el accidente.

Treinta accidentes de tráfico en un mismo lugar es motivo suficiente para nombrar como “punto negro” a dicho lugar. Es motivo suficiente como para plantear soluciones a corto plazo y no a largo plazo como ha indicado el edil de tráfico. Las consecuencias de los accidentes han sido daños materiales pero, tal vez, ocurra alguno en el que haya que lamentar heridos o incluso victimas. Por ello, creo oportuno que las medidas se deben de tomar en el muy corto plazo.

Por tanto, y de manera altruista, me gustaría asesorar al responsable de la Seguridad Vial de la ciudad que, una medida, a muy corto plazo y económica, sería colocar una señalización advirtiendo al conductor del peligro que representa el tramo en cuestión. Por ejemplo, con un panel informativo de las dimensiones adecuadas para su perfecta visualización por parte de los conductores con el mensaje : “CON LLUVIA MODERE LA VELOCIDAD”  y a un lado la señal P-19 “Pavimento deslizante” y al otro lado la señal R-300 “Separación mínima”.

Si con esta medida los accidentes se siguen sucediendo, se tendría que ir aumentando la severidad de la medida hasta alcanzar el control de la velocidad por medio del radar.

Es totalmente inútil e hipócrita que la Policía Local de clases de Seguridad Vial en los colegio y en el parque infantil de tráfico, si luego los responsables no invierten y velan por dicha seguridad.