Ya finalizadas las Fiestas de moros y cristianos de Cocentaina, me imagino que ahora lo que les ocurrirá a la mayoría de festeros activos y pasivos, es el comentar lo mejorado y lo por mejorar en sus Fiestas Patronales. Yo soy festero de toda la vida y sé que esto ocurre así, pues lo que procede es disfrutar del recuerdo y de tantas ilusiones y emociones vividas en pocos días y en poco tiempo.

He visto las Fiestas de Cocentaina y me he sorprendido con detalles que desconocía y he saboreado a distancia el protocolo que conllevan estos eventos tales como abrazos efusivos, besospor doquier, ojos brillantes y lágrimas incontenibles. La fiesta, no tiene dueño. Es una sensación personal que cada uno y cada pueblo vive a su manera y queal final todo se traduce en más de lo mismo que se concluye en sensaciones y emociones vividas por un sentimiento que nos une a todos…….a todos sin distinción y que es la pasión y el sentimiento por nuestra Fiesta grande.

También me he empapado de grandes detalles de la Fiesta contestana como la fecha de fundación de sus comparsas y filaes, de sus personajes populares de sus interioridades y de sus logros, estando siempre presente por aplastante mayoría el maestro “José Pérez Vilaplana”. Yo le debo a este compositor un agradecimiento pues en el año 1977 le compuso a mi padre Rafael Valls Reig, un pasodoble que tituló “VALLS REIG”. Este pasodoble fue un regalo personal que le hizo el compositor contestano a mi padre pues al parecer quedó muy contento de un trabajo que se le hizo en el despacho laboralista que por entonces teníamos en una calle del centro de Alcoy.

Y recuerdo muy bien aquel día pues fue una sorpresa inmensa para mi padre y para mí, ambos festeros, el que tal querido y notable personaje se detuviera en su quehacer diario para componer un pasodoble dianero a quien seguramente ya habría pagado por los servicios prestados. Este pasodoble ha quedado encerrado en un armario durante casi 40 años y solo ha sido interpretado en dos o tres ocasiones por la Banda Unión Musical de Cocentaina. Al fallecimiento de mi padre a finales de Noviembre del año pasado, la sociedad musical NOVA de Alcoy la interpretó en el concierto anual previo a las Fiestas Patronales de Alcoy, y se hizo una breve crónica de lo que ahora escribo y se añadió por su portavoz “siendo la única pieza que se conoce que ha sido compuesta por un compositor contestano a un alcoyano”, y eso todavía lo hace mucho más valioso para mi personalmente.

La filá Domingo Miques a la que pertenecemos toda mi familia tuvo a bien dar su beneplácito para que por “primera vez” dicho pasodoble fuera interpretado en la calle y en una diana, a la que tuve el honor de ser cabo de escuadra y mi madre en primera fila con sus 84 años de edad, aplaudía el momento pensando en su esposo y en su hijo y en el compositor. Aquello fue altamente emotivo para mí y mi familia, y quiero dejar patente al maestro Pérez Vilaplana su inigualable detalle y hacer partícipe al pueblo de Cocentaina y mas concretamente a los familiares del digno músico de mi más profundo agradecimiento por haberme hecho vivir el momento más importante de mi vida como festero y al que en silencio le dediqué alguna que otra alzada de sable a modo de presentación de armas a su alma llena de fiesta y música.

La historia de los grandes nunca acaba pues siempre hay algo que decir de ellos, como ocurre con este artículo que elevo al recto criterio festero del insigne Pérez Vilaplana.