Los actos con motivo de la festividad de San Mauro se ha iniciado con la representación del sainete 'Qüestió d'alcoiania', escrito por Ana María García y que ha representado el Grupo de Teatro San Mauro en el Teatre Salesians.

Dos han sido las representaciones de este sainete que ha despertado las risas y sonrisas del numeroso público asistente a ambas sesiones. El argumento de la obra recordaba a la famosa película 'Ocho apellidos vascos' pero adaptada a la relación entre las poblaciones de Alcoy y Cocentaina.

La protagonista de la obra es Aitana, hija de Jordi Mauro, un alcoyano de ‘rancio abolengo’ que se enamora de Hipolitet… un buen chico de ¡Cocentaina!. Aitana se esforzará por convertir a Hipolitet en un perfecto alcoyano a espaldas de su padre antes de presentarlo en sociedad. Elena Soliveres ha interpretado a Aitana, Germán Vicens a Jordi Mauro y Rafa J. García a Hipolitet. La representación ha contado con la colaboración de la Tuna Cuarentuna Alcoy.

El resto del reparto lo han formado: Gema Vicedo, Athenea Tejedor, Laura González, Javi García, Ximo Llorens, Julián Coloma, José Vicente Ferrero, Ismael Orts, Jordi Martínez, Pablo Martínez, Belén Pérez, José Carbonell, Paco Muñoz y los niños Juan Casasempere, Jaime Gisbert, Martí García y Jaume García.

El cuadro técnico lo han formado Carmina Gisbert, Antonio Agulló, Mila Agulló, Miguel Ángel Tejedor, Carlos Martínez, Dory Martínez, Adela Albero y Paula Asensi. El cartel lo ha realizado Pablo Sempere.

La obra ha sido puesta en escena por el Grup de Teatre San Mauro dentro de la tercera edición de la ‘Gala Somriures per Somriues’. El dinero recaudado irá destinado a las víctimas de la guerra de Siria en la ciudad de Alepo. Existe presencia de hermanos salesianos en esta localidad que atiende a centenares de familias afectadas por el conflicto y a ellos irá la recaudación de la obra. También se han recogido alimentos no perecederos para el Economato de Cáritas y Asprohal.

Este es el primero de una larga lista de actos con motivo del 396 aniversario de la intercesión de San Mauro Mártir en los terremotos de Alcoy un 4 de diciembre por lo que fue designado patrón de Alcoy.