El estudio que ha realizado la Colla Ecologista La Carrasca muestra niveles superiores a los establecidos como seguros en la contaminación ambiental por ozono troposférico.

El exceso de ozono troposférico puede causar alteraciones en la vegetación. De hecho, se estima que los cultivos de patata, tomate, cítricos, melones o trigo pueden rebajar un 40% su rendimiento, a lo que habría que añadir el envejecimiento prematuro de las plantas.

En las personas, en concentraciones elevadas a corto plazo causa irritación en los ojos, mucosas y vías respiratorias superiores, reduce la función pulmonar y agrava las enfermedades respiratorias o cardiovasculares, incluso con resultado de muerte. Si hablamos de concentraciones menores sostenidas en el tiempo, se incrementa la incidencia y gravedad del asma, de diabetes e infartos, además de alteraciones cognitivas similares al Alzheimer.

La estación medidora de contaminantes ambientales de Alcoy ha registrado todos los meses valores superiores a 20.000 µg/m3·h de AOT40, parámetro que calibra la afección de ozono troposférico. La cantidad máxima establecida legalmente es de 18.000 µg/m3·h, con la intención de que en un futuro se alcance los 6.000. Ha habido picos superiores a 32.000 µg/m3·h.

La Carrasca cree que estos valores y sus consecuencias se pueden revertir mediante planes de mejora de la calidad del aire, como la limitación de tráfico, la potenciación del transporte público, del vehículo eléctrico, el ahorro energético y la utilización de energías renovables.