
Gameiro ha vuelto a marcar gol. Parejo podría jugar en la Selección Española. El Valencia se pone a tono para la Liga. Todas estas frases encajan perfectamente en una crónica de medios nacionales, pero lo que se ha vivido en El Collao con el Alcoyano – Valencia va más allá que eso.
El resultado ha sido de 0-3 para los visitantes. Sin embargo, la sensación es que todos han ganado en ilusión. El partido para conmemorar el 90 aniversario del Deportivo Alcoyano ha sido una fiesta. La rotonda dedicada a la afición ha abierto boca de la jornada festiva blanquiazul. Después, esos colores también se han fundido con el blanquinegro del Valencia, con alguna que otra camiseta con la senyera valenciana como protagonista.
Las caras de ilusión han resplandecido los inicios del partido. Dani Parejo aguardaba la salida al campo del equipo y en la grada se asomaban las cabecitas para ver si rascaban un apretón de manos del capitán ché. Con los jugadores sobre el terreno de juego, las banderas, bufandas, servilletas y flashes auguraban una noche de celebración.
Todavía había gente que estaba entrando al campo cuando Gameiro ha marcado el 0-1. El zarpazo del delantero francés en la primera acción de ataque no era lo más importante. Lo primordial del choque eran las caras de los jóvenes que por primera vez podían ver de cerca a esos ídolos que conocían de verlos en televisión y cambiar sus cromos en el patio del colegio.
Con la segunda jugada en el área de Bañuz ha llegado el segundo. Santi Mina ha aprovechado un rebote con mala suerte para plantarse solo ante el meta y batirlo. En Gol B algunos han pedido el VAR, quizá por el contagio que transmitía tener un Primera División en Alcoy.
Los aficionados alcoyanistas y valencianistas, mezclados por todo el campo, esperaban con ilusión el descanso. Sí, ese momento en el que poder acercarse a pedir la camiseta de algún crack. Tras la reanudación, Vicente Mir ha cambiado a muchos de sus pupilos, mientras que Marcelino lo ha hecho más progresivamente durante la segunda parte, pero en este encuentro tampoco era lo esencial quién jugara.
Gameiro ha sido sustituido y ha tardado más en llegar a los vestuarios que en marcar su primer gol. Firma aquí, foto allá, incluso él mismo ha cogido un móvil para hacer un selfie. Es lo que tiene ser una estrella y visitar una población deseosa de fútbol profesional de nivel.
El tercero lo ha marcado Ferrán Torres, pero eso no ha frenado que Huestes Blanquiazules y Frente Batoy se saludarán con sus ‘oé, oé’. Lo que sí ha paralizado el partido durante un par de minutos ha sido una trifulca en GOL A entre aficionados de ambos equipos, pero una mota de polvo no puede ensuciar la fiesta vivida en la celebración de los 90 años del club.
Al final, lo esperado. La ilusión ha explotado con la invasión de campo, como si el Alcoyano hubiera ganado algo importante. Sí, ha ganado el cariño de centenares de aficionados de la comarca. Otros han ganado firmas, fotos y quizás alguna prenda de sus ídolos.
90 años no se cumplen cada día y ha quedado demostrado que a ilusión y a moral, nadie gana al Alcoyano.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de Página66.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.116