En las últimas semanas la prensa nacional se ha hecho eco de las estadísticas demográficas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística que señalan datos relevantes de los cuales me gustaría destacar los siguientes: El 90% de la población española vive en el 30% del territorio y el 60% de los pueblos de España cuenta con dos mayores de 65 por cada menor de 15.

En este contexto el Gobierno de España anunció el 27 de septiembre de 2018 la elaboración de una estrategia ante el reto demográfico que según la información que se dio el pasado 14 de diciembre en la jornada “Estrategias ante el reto demográfico” celebrada en el municipio de Beniarrés, organizada por el Colegio de Geógrafos de la Comunidad Valenciana y JOVEMPA Alcoià-Comtat, se presentará en la primavera de 2019.

Es momento de actuar ya que esta situación demográfica va a repercutir directamente en el bienestar de las sociedades actuales a corto y medio plazo, con consecuencias muy palpables, que serán dolorosas si no se actúa de manera planificada, consensuada y pertinente y para ello la mejor receta es la planificación estratégica desde los municipios, cada uno desde su idiosincrasia y no esperar las recetas mágicas alejadas de la realidad local.

Esta  necesidad de paliar las consecuencias de las dinámicas población no es nuevo en Europa ni en España, de hecho la cuestión demográfica siempre ha alterado los comportamientos de las sociedades, en los 60 con el baby boom, en los 90 con el descenso de la natalidad fruto de los cambios en las dinámicas del empleo, en la primera década de los 2000 con los movimientos migratorios masivos y ahora nos encontramos ante un proceso acelerado de envejecimiento de aquellas generaciones del baby boon, en un proceso de invierno reproductivo y ante una situación en la que la inmigración no palia la falta de nacimientos, es decir, estamos en una situación en la que convergen las 3 cuestiones antes mencionadas. Con lo cual no debemos caer en el error no  planificar el corto y medio plazo, ya que las consecuencias pueden afectar seriamente a la calidad de vida de la ciudadanía.

La provincia de Alicante por las características de su sistema de asentamientos y ciudades no aparece en los titulares vinculados con el reto demográfico, como si lo hacen provincias como Soria, Teruel, Zamora o Guadalajara… pero esto no quiere decir que no estemos ante una situación de alerta… es mas, en la provincia de Alicante se están dando todas las características del reto demográfico que van mas allá de las mas mediáticas como son el envejecimiento y la despoblación.

En nuestra provincia el reto demográfico no solo va a generar despoblación en los pequeños municipios de menos de 1.000 habitantes. Las ciudades medias de  entre 50.000 y 70.000 habitantes de zonas interiores, con sectores productivos maduros están experimentando  un envejecimiento acelerado fruto del baby boom de los años 60 y además no están sabiendo retener el talento joven, cuestión esta difícil de contrarrestar sin unas políticas de empleo más allá del sector servicios y público. Por otro lado zonas costeras deben analizar si van a ser capaces de asimilar y absorber con los servicios públicos que disponen a la cantidad de personas extranjeras, que cada vez más, se van a instalar en estos espacios para disfrutar de su jubilación, todo ello sin menoscabar las consecuencias del BREXIT. Por ultimo hay que señalar los municipios de entre 1.000 y 20.000 habitantes que son la mayoría de los municipios de la provincia, además de los problemas descritos para las áreas anteriores deben mantener servicios sociales, económicos, financieros y/o culturales que poseen  para evitar la fuga de personas jóvenes hacia las cabeceras comarcales o provinciales, ofreciendo oportunidades de promoción sociecoeconómica acorde a la realidad económica del S XXI, cuestión esta de gran complejidad si no existe una planificación certera, precisa y pertinente.

Ante las características de nuestra provincia, es necesario planificar desde el municipalismo y en este sentido la Diputación de Alicante como administración mas cercana a los municipios tiene mucho que decir.

Hay que planificar de manera consensuada entre la ciudadanía y la administración local con el objetivo de que las estrategias diseñadas no sean impuestas si no que nazcan de las realidades de las distintas áreas funcionales de la provincia y de este modo las administraciones superiores guíen sus esfuerzos a las necesidades identificadas desde la participación ciudadana. No podemos esperar recetas homogéneas, ya las características territoriales de la la provincia de Alicante requieren de soluciones en clave Alicantina.