Cuando se hizo pública la dimisión del jefe de urgencias del hospital Virgen de los Lirios, tras el colapso del servicio, empezábamos a vislumbrar la punta del iceberg de un serio problema de falta de personal a todos los niveles.

Hace ya cuatro años que se vienen observando problemas que afectan a los profesionales, médicos que renuncian a su plaza o piden el traslado a otros centros, así como numerosas discrepancias con la dirección del centro. A esto, hay que añadir ahora los retrasos en la atención o de cabecera, con esperas de hasta dos semanas para ser atendido.

Este problema, sin embargo, no es exclusivo de Alcoy, sino que se extiende por toda la Comunitat Valenciana. Y el Consell, por su parte, lo achaca a la dificultad de contratar personal cualificado. ¿Qué condiciones ofrece el Consell para estas contrataciones? Al parecer son nefastas. ¿No habría que revisar el sistema para evitar esta situación? ¿El requisito lingüístico no se les estará comiendo por los pies? Evidentemente lo de rescatar personas, pese a ser su lema, es su asignatura pendiente.

Añadimos además, el retraso en la reforma de la planta de pediatría del hospital alcoyano, otra vez por la política de contrataciones (en este caso, en otro ámbito), de esta reedición del Botànic. Eso sí, en la colocación sus altos cargos y asesores están al día.

En la pasada legislatura ya sufrieron esta deficiencia nuestros centros de mayores, sin que se hiciera absolutamente nada hasta que los trabajadores se vieron obligados a movilizarse y la oposición les sacara los colores a los poderes públicos. En fin, habrá que ver hasta dónde se llega esta vez.