
Durante la madrugada del 26 de mayo, el número 8 de la calle Sant Gregori sufrió un derrumbe de parte de su estructura. Este edificio estaba desalojado desde el 22 de mayo por peligro de derrumbamiento y se estaba tramitando una multa a los propietarios por no apuntalar el edificio ni presentar el proyecto de rehabilitación. Asimismo, los habitantes de las viviendas colindantes han sido desalojados con urgencia.
Desde el Ayuntamiento han destacado que “se sigue trabajando para tratar de paliar los efectos que el temporal Gloria provocaron en edificios del centro, que han sido evaluados por técnicos de la Generalitat y se está comunicando a los propietarios las actuaciones a realizar”.
Por otra parte, el consistorio ya ha invertido más de 120.000 euros realizando demoliciones a costas de terceros, es decir, que tendrían que haber asumido los propietarios, pero ante el peligro por ruina inminente ha llevado adelante el ayuntamiento, y después deberán sufragar los propietarios. El Ayuntamiento ha recordado que no pueden demoler ningún edificio que no esté declarado como ruina inminente.
La concejala de Urbanismo, Lorena Zamorano, ha explicado que “para nosotros el centro histórico es muy importante, de hecho, es una prioridad para nuestro gobierno y por eso hemos llevado adelante muchas iniciativas para mejorarlo, pero no todo es responsabilidad del ayuntamiento. En este caso llevamos meses con un proceso abierto para que los propietarios cumplan con su obligación, algo que no solo no han hecho, sino que además cuestionaban el desalojo que, como hemos visto, ha evitado una desgracia”.


























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