Pronto no será noticia que un acto celebrado en la calle se haga con mascarillas, distanciamiento social o uso de geles hidroalcohólicos. De momento, que una celebración como el Día del Orgullo LGTBIQ+ se lleve a cabo así es destacable, ya que en toda reivindicación, concentración o manifestación, los abrazos o manos unidas son gestos con mucha fuerza que acompañan a las pancartas o los gritos.
 

Sin embargo, que exista distancia social entre las personas no significa que su mensaje se pierda. Más bien al contrario es lo que ha demostrado la gente que ha participado en el Día del Orgullo en la Plaça d’Espanya de Alcoy. Fiesta y reivindicación se han fusionado por segundo año consecutivo en la ciudad para defender la libertad y los derechos e igualdad de los individuos.

Levantar la voz en favor de toda aquella persona que sufre algún tipo de discriminación ha sido el objetivo de una concentración llena de colorido e imaginación en sus pancartas y mensajes. La llamada del colectivo comarcal LGTBI MARIola ha llegado a unos participantes que además, han recordado que la pandemia ha agravado también la discriminación en los entornos familiares.

La reivindicación ha ido más allá, ya que han pedido que no se pierda de vista la necesidad de luchar por derechos como la sanidad y la educación pública, así como las ayudas sociales y el derecho a habitar en el lugar de donde son, sin tener que marcharse a las grandes ciudades para ser visibles.