NIÑOS. Tienen sus temporadas pero siempre vuelven. Los niños van cambiando de juguetes cada año, pero hay algunos clásicos que siempre vuelven para divertir a los más pequeños. El primero de ellos es la peonza. La tradicional peonza de madera se ha reconvertido en un juguete con luces y sonidos que, según los niños, tiene diferentes velocidades y unas aguantan más que otras rodando sin parar. También está en esta lista el cubo de Rubik, un difícil rompecabezas que trae de cabeza, nunca mejor dicho, a quien se planta ante él. Los cubos más modernos incorporan también luces, botones secundarios y diferentes colores. [caption id="attachment_75429" align="aligncenter" width="598"] Cubo de Rubik[/caption] Uno de los muñecos más vendidos en todos los tiempos es el Señor Potato, una patata cuyas partes de la cara son intercambiables. Ya sea en formato de plástico duro, de peluche, etc, este simpático juguete no suele faltar en ningún hogar con niños pequeños. Y como no, las muñecas. En particular la Barbie, que desde hace muchos años es la que lidera las ventas en este sector. Se pueden tener varias, pero si aparece en el mercado una con un coche, o un caballo, o cualquier otro elemento, ya se considera un nuevo juguete.