Artículo de opinión de Josey Miramontes, responsable de Sunshine Languages. Veo que hay mucha confusión cuando se trata de elegir un profesor de inglés. Existe el falso mito de que un profesor nativo es mejor que un profesor español. ¡Cómo nos dejamos engañar! Si yo estoy buscando un profesor de castellano, primero querré ver su titulación, su habilidad con el idioma, su experiencia docente y luego veré si es español, mexicano, inglés o de Nueva Zelanda. Lo importante es que valga que transmita confianza a sus estudiantes y que no se ponga delante de la clase a predicar, si no que transmita su pasión por su materia a sus estudiantes y les aliente a participar. Pero cuando los estudiantes o los padres de los estudiantes vienen buscando un profesor si les dices que no es nativo se van. (¿cualquier nativo, acaso todos los nativos, del país que sea, hablan su idioma con igual propiedad?). ¿Desde cuándo nacer en un país o en otro es garantía de ser buen profesor? Que nadie me malinterprete: por supuesto que hay excelentísimos profesores de inglés nativos, pero también españoles, croatas, eslovacos, rusos, alemanes, chinos, mexicanos. Ser profesor, de inglés, de español, o de matemáticas es una destreza, que en la mayoría de personas se entrena y se perfecciona sobre una base que en muchos casos sólo ciertas personas tenemos. Además hay que tener la habilidad de saber adaptarte a tus alumnos. Es necesario también tener unos mínimos conocimientos sobre cómo se efectúa el proceso de aprendizaje de una segunda lengua. Tengamos en cuenta que la mayoría de ingleses no estudian gramática. Los hay que antes de bajarse del avión eran electricistas o albañiles y que al llegar aquí o antes de hacerlo han hecho un curso de uno o tres meses y por arte de magia se han convertido en profesores. Todos ellos tienen un dominio de su idioma nativo, ya pertenezca a un registro culto o no o sea con un acento regional o no y sepan cómo explicar la estructura de su lengua o no. Indudablemente el profesor no nativo cuenta con algunas ventajas. Sus carencias en el dominio de la lengua se compensan con el hecho de que puede ofrecer un modelo de aprendizaje para el alumno. Además su enfoque coincide con el del alumno: ve y hace ver la lengua "desde fuera" y lo mismo sucede con la cultura, por lo que la información que aporta es siempre de tipo comparativo. Como consecuencia de todo esto, sabe cuáles son los errores que pueden cometer sus alumnos y puede intentar solucionarlos antes de que caigan ellos, mediante una explicación acorde con la misma lógica lingüística que sus estudiantes. En mi humilde opinión debemos buscar lo mejor para cada estudiante en cada momento. Por ejemplo, si yo estuviera aprendiendo chino por primera vez, me gustaría que mi profesor/a hablara español también, y no me importaría que fuera español/a con un buen nivel de chino, porque preferiría que me explicara algunas cosas en español. Siempre y cuando el profesor tenga un buen nivel de inglés, buena pronunciación y todo lo antedicho a veces es mejor tener un profesor que entienda tu lengua y tu cultura, sobre todo si eres principiante o si ya estás estudiando inglés con cierta edad. Aunque el objetivo en mi humilde opinión debe ser que se hable solo este idioma en la clase, el método de inmersión total puede llegar a ser muy frustrante para estos estudiantes Resumiendo, yo os aconsejaría preocuparos más por buscar un buen profesor y después preguntaros si es nativo o no.