El diputado de IU ha impartido una conferencia en el Ágora. [caption id="attachment_85446" align="aligncenter" width="598"] El Ágora se ha llenado para escuchar al diputado de IU[/caption] Las presiones de poder en Europa, el estado de la democracia, el porqué de algunas decisiones económicas en apariencia han sido algunas de las cuestiones que el diputado de Izquierda Unida por Málaga, Alberto Garzón, ha ido desgranando en su conferencia de este viernes en Alcoy. “Aquí no ha y democracia y debemos exigir una democracia real” ha asegurado el diputado en el Congreso de los Diputados, poco después de denunciar que “el Congreso es un teatro de sombras en el que apenas se discuten los temas realmente importantes, que se deciden en otros sitios”. La diferencia entre los gobiernos y el poder verdadero, los mercados y sus exigencia provocan, “que la sociedad esté renunciando a conquistas sociales” tal y como ha afirmado Alberto Garzón en el acto organizado por Esquerra Unida que ha abarrotado la sala Ágora. Esta situación necesita, según Garzón, “un modelo alternativo que promueva una regeneración democrática, una regeneración económica”. Una libreta, con las líneas de los argumentos perfectamente rectas ha sido la guía que ha utilizado durante su alocución justa en gestos, pero profusa en argumentos hilados en torno a las posibles repercusiones de la situación actual. “El problema no es técnico, es político, no hay gente suficiente en la calle reclamando el cambio”, ha manifestado, poco antes de reconocer que el problema de pobreza y paro, para lo que ha puesto el ejemplo de Málaga, “es similar al que hay en Gaza”. Para Alberto Garzón, una de las soluciones está en el inicio de un “proceso constituyente que cambien las reglas del juego” en el que se impliquen los ciudadanos. En este proceso, según el diputado de IU, se podrían discutir algunos de los temas que los asistentes han preguntado al finalizar su intervención, como la reforma de la ley electoral, la corrupción o la ley de régimen local que se discute actualmente en el Congreso. De todas formas, el núcleo del problema de la economía española “es que no hay actividad productiva, no hay industria y no hay redistribución de la riqueza”, para lo que Alberto Garzón propone “presionar a la troika, invertir su chantaje para que promueva políticas que promuevan la reindustrialización y el cambio económico”.