Pagina 66, Noticias de Alcoy y de El Comtat

A propósito de la demografía alcoyana

Redacción - Dilluns, 03 de Febrer del 2014
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Artículo de opinión de Fernando Merlo, acción institucional UPyD La Montaña. Las últimas cifras de población que nos ha facilitado el INE para la ciudad de Alcoy podríamos calificarlas como desalentadoras; resumiéndose en que Alcoy, de nuevo, pierde población. Recapitulemos. La evolución de la población de la ciudad en los últimos decenios es la siguiente: 66.000 habitantes a mediados de los años ochenta (66.312 en 1987), descenso notable en los noventa (60.921 en 1996) que se prolonga hasta 2003 año en que llegamos a los 60.036; a partir de ese momento iniciamos una tímida recuperación que tuvo su punto álgido en 2008 cuando alcanzamos los 61.698 habitantes, volviendo a perder población desde entonces todos los años, especialmente el último (-732) situándonos en 60.105 habitantes en 2013. La pérdida de población real en Alcoy en los últimos cinco años se ha producido porque tenemos un crecimiento natural (diferencia entre nacimientos y defunciones) negativo (-278) y un saldo migratorio (diferencia entre inmigrantes y emigrantes) también negativo (-1.315), que nos da un total de 1.593 habitantes menos. Las cifras que proporciona el Ayuntamiento de Alcoy son diferentes a las del INE y plantean un descenso de población menor que, sin entrar en la credibilidad de unas u otras, en ningún caso suponen una modificación significativa de la tendencia de las últimas décadas. ¿Por qué se ha producido esta pérdida poblacional? Aunque hace años que se puede observar que algunos alcoyanos se trasladan a vivir a localidades más pequeñas de las comarcas este flujo no puede explicar una sangría tan grande, siendo evidente que la crisis económica, política y social que padece el conjunto de la nación y particularmente Alcoy son las causas principales del descenso de población de los últimos años. Con unas cifras de paro inaguantables en la ciudad (7.858 parados a 31 de diciembre de 2013), la emigración se está convirtiendo en la salida para muchos de nuestros jóvenes, y no tan jóvenes, tanto nacionales como extranjeros. Estas circunstancias también afectan a la natalidad porque la emigración y el paro se ceban en los adultos jóvenes que son los que están en edad de procrear. A estos factores económicos, sociales y demográficos tenemos que añadir los políticos: la falta de liderazgo, las pesadas losas urbanísticas del pasado, la miopía de la izquierda extrema y de los nacionalistas identitarios más pendientes de “sus cosas” que de ofrecer soluciones a los problemas de los ciudadanos, un gobierno en minoría, una oposición dividida,… factores que desde luego no ayudan en nada. Las consecuencias que tiene esta pérdida de población son múltiples y todas negativas. Especialmente preocupante es el descenso de los nacimientos, porque el alcoyano que se marcha puede volver, pero el que no nace, no existe. Por ejemplo, habrá que tomar decisiones sobre el mapa escolar, esperemos que con sentido común y respetando la libertad de elección de centro y programa lingüístico. Personalmente creo que las cifras de los ochenta no volverán a corto y medio plazo, siendo nuestro objetivo inmediato frenar la hemorragia y estabilizarnos alrededor de los 60.000 habitantes. ¿Cómo hacerlo? Pues con una receta muy alcoyana: trabajo, trabajo y más trabajo. Sólo con un fuerte impulso económico se puede detener y revertir la situación. Estoy convencido que se puede lograr si nos plantemos cuatro objetivos: primero, que la producción industrial se desarrolle (creación de nuevos polígonos industriales como el de la zona de Pagos, apoyo a las empresas alcoyanas evitando que se marchen de nuestra ciudad, impulso a las empresas de nuevas tecnologías, retorno del crédito a las pequeñas y medianas empresas,…); segundo, que Alcoy se convierta, de una vez para siempre, en capital de servicios de las comarcas del interior (comercio, servicios financieros, actividades culturales, turismo, hostelería,…); tercero, que aflore la actividad económica sumergida; y cuarto, que los políticos, al menos, no molesten, porque no tenemos que olvidar que gran parte de los problemas que todavía padecemos se deben a las malas decisiones que demasiados políticos y durante demasiado tiempo tomaron. Hablando de políticos, el borrador del nuevo PGOU de Alcoy está planteado para que la ciudad tenga más de 70.000 habitantes en 2030, como diría un castizo “ni hartos de vino se lo creen”; todos los indicadores demográficos muestran una tendencia diferente, entonces ¿qué pretenden?
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