L’Alferes Cristià 2014 dels Vascos, Santiago Giner, ha volgut fer un homenatge especialment al seu germà, Antonio, Capità Cristià del Gusmans, i en general als altres càrrecs, Rafael Vilaplana, Capità Moro de la Llana, i Juan Mataix, dels Judios. També va estar present el pare del Sant Jordiet, Javier Gisbert.

L’acte d’homenatge va tindre lloc a un assaig convocat per als càrrecs pel Capità Moro, Rafael Vilaplana, que van tindre lloc a la seua filà, la Llana. Aquest homenatge de Santi Giner va consistir en l’entrega d’uns obsequis personalitzats per als altres càrrecs. En el cas en concret del seu germà Antonio, ha volgut escriure un breu conte on relata el que serà l’argument dels boatos dels Gusmans i Vascos, així com la personalitat dels dos germans, un fet que mai s'havia produït en la història de la Festa, i que ací reproduïm:

SANTIAGO GINER A SU HERMANO ANTONIO

 

Durante muchos años las montañas que rodean Alcoy han servido de murallas para proteger a sus habitantes de los invasores, preservando costumbres muy antiguas y sobre todo manteniendo leyendas con tantos años de antigüedad como uno es capaz de imaginar.

Trasmitidas de generación en generación las leyendas de estos montes recuerdan los acontecimientos ocurridos hace muchos años.

Todo comenzó con la invasión de los moros en estas tranquilas tierras, se luchaba en todas partes y en la Villa de Alcoy los jóvenes se organizaban para defender sus casas.

Había dos hermanos cuyo objetivo e ilusión era ir a la batalla, uno de ellos impetuoso, intrépido, arriesgado, inconsciente, impulsivo… decidió ir a luchar, pero tenia que ir el primero, con los mejores, con los más valientes y arriesgados, no temía a los moros, ni a nada , ni a nadie.

Decidió seleccionar a sus guerreros con pruebas de riesgo y habilidad, rapidez con las armas, defensa personal y otras habilidades, formó su propio ejército, saliendo de la Villa de Alcoy delante, abriendo camino a los demás, sin pensar en que sucedería después de la batalla.

Mientras, su hermano pequeño, más sereno, reflexivo, realista y prudente decidió formar otro ejército, ellos saldrían en la retaguardia, para ayudar a los rezagados y dar el empujón de aliento para ganar a los moros.

Siguiendo los consejos de su madre y su abuela y ayudados por la gente de Alcoy pidieron ayuda a la naturaleza que rodeaba Alcoy y que durante muchos años había cuidado de todos.

Decidieron invocar al bosque y a la montaña, a los árboles milenarios, a los duendes, a las hadas, a las brujas y a otros seres que habitaban allí.

Con gente venida de todos los lugares y la ayuda de la naturaleza, formaron un ejército invencible.

Y llego el Gran Día, salieron de Alcoy en busca de los invasores en un gran desfile, delante “LOS GUZMANES” que era el ejército de los guerreros valientes y atrevidos que había preparado el hermano mayor, a continuación muchos mas guerreros de otras ideologías pero con las mismas ganas de ganar, seguidos por “LOS VASCOS” un grupo mas pequeño en tamaño, pero con una arma secreta, antes de la batalla habían realizado ofrendas, plegarias, invocaciones para que la naturaleza los ayudara a expulsar a los moros de sus tierras.

Tras un día agotador y lleno de sensaciones y sentimientos encontrados… el ejército acaudillado por los dos hermanos, tan diferentes pero tan compenetrados consiguieron vencer a “Las huestes moras” y con la ayuda final de Sant Jordi consiguieron liberar a la Villa de Alcoy para siempre.

Por un año agotador, lleno de ilusiones y desilusiones, de alegrías y enfados, de sorpresas y decepciones y de mucho, mucho cariño.

Santi y Bea.