Hace unos días escribí un artículo titulado ­«Smart City» sobre lo absurdo de un semáforo en el cruce entre las calles Pont de Sant Jordi y Doctor Sempere. Días más tarde escribí otro artículo titulado «Alcoy, sufrirá un infarto de miocardio» que habla sobre peatonalizar el centro con seguridad para los peatones, ya que son ellos los que van a tener la prioridad en todo momento.

Este escrito lleva el mismo trasfondo que los anteriores: la Seguridad Vial. En esta asignatura Alcoy obtiene un suspenso. No sólo le pongo yo esa nota, también los examinadores que cada semana vienen a nuestra ciudad a examinar a los futuros conductores.

Cuando pasé por el centro abrí los ojos de par en par al ver la pobre señalización para indicar la velocidad máxima de 20 km/h. La boca me cayó al suelo al ver como han pintado la delimitación de los carriles en la puerta del Teatro Principal: chapuza con mayúsculas. Puestos a delimitar los carriles ¿por qué no se hace todo Santo Tomás y el Puente San Jorge? Y, en Santo Tomás, se podría pintar una señal horizontal en ambos carriles de velocidad máxima de 20 km/h. Mucho más visible que la liliputiense señal que han colocado.

Pero los ojos se me salieron de las órbitas, me quemaba la vista al ver la auténtica chapuza (no se pude calificar de otro modo) de la delimitación de carriles que han efectuado en la calle Carmen Vidal. El responsable de ordenar la pintura podría explicar cómo voy a girar hacia el polígono Cotes Altes o cómo voy a poder ir al Consum a realizar mi compra si no puedo cambiarme de carril, ya que han pintado linea continua. Por qué usted sabe, señor responsable de la señalización vial,que una línea continua no se puede rebasar, aunque delimite carriles del mismo sentido.

Los profesores de autoescuela estamos hartos de la escasa señalización; vertical, horizontal, semáforos. Hartos de que se inventen señales para indicar lugares de interés monumental o cultural. Quedan más bonitas las verdes y blancas, eso no lo pongo en duda, pero existen Señales de uso específico en poblado para señalizar esos lugares. Señales que, como el idioma o idiomas de un país, son un lenguaje universal. Señales que se crearon para que todos las entiendan.

Los profesores de autoescuela estamos cansados de tener que aguantar frases como: “En la autoescuela no enseñan a conducir, sólo te enseñan a aprobar el examen”. Hartos de aguantar impertinencias e insultos como: “Vaya mierda de profesor”, “Lo único que hacéis es molestar”, por parte del resto de conductores. Conductores desconsiderados que no recuerdan cuando ellos iban en un vehículo de prácticas. ¡Estamos hartos! como para que ahora llegue el responsable de turno (alcalde, concejal, pintor...) me da lo mismo, y cambie las normas porque no quiere o no le apetece leer el Reglamento de Circulación. A ese responsable le digo que si no desea leer el Reglamento, me ofrezco como «Consultor» por un módico precio. Pero que deje de inventar señales y cambiar las normas de circulación a su antojo.