El Alcoyano visita el sábado 31 a las 18 horas el campo del Huracán después de la 'tormenta' causada por la marcha de César Remón.

En la rueda de prensa previa al partido poco se ha hablado del rival y sí mucho de aspectos extradeportivos. Primero el director deportivo, Guillermo Fernández, ha lamentado el momento en el que César Remón había comunicado su decisión de marcharse del club, "en el peor momento posible".

Mientras Óscar Cano se ha expresado del mismo modo "no nos esperábamos las bajas de Bello y César, no recuerdo haber tenido ningún choque con ellos. Nuestra relación siempre ha sido muy correcta. Nos hemos podido rehacer con mucho esfuerzo. Yo le he pedido a Kike López que viniese conmigo, Guillermo volvía anoche de madrugada de convencer a Pituli... son todo inconvenientes que nos hacen que la semana no haya sido la mejor posible y que afrontemos el partido ante el Huracán en un momento complicado".

La dificultad del rival que llega al partido en una gran racha que le ha llevado a ser tercero en la tabla, con cuatro puntos de ventaja sobre los blanquiazules, es sin embargo un aliciente para el técnico, "se trata de un gran equipo con un gran entrenador como Toni Seligrat que le ha venido de forma perfecta esta plantilla. Su filosofía es opuesta a la mía pero le da grandes resultados. Tenemos que evitar que haya balón parado, jugadas en las que sacan mucho rendimiento. Encima han fichado a un delantero, Aridane, que yo tuve en el Betis B, para el que nosotros no pudimos ni pujar por él".

Tras las salidas de Iván, Joan Vich, Bello, César Remón, Jorge Perona, Natxo Zabal y José Antonio, solo se podrá disponer de Nico Cháfer, Diego García y Pituli, que podría tener sus primeros minutos, mientras que Kike López, Maturana y Gabarre no estarán hasta la semana que viene. Para el once Navarro volverá a la banda derecha y sustituyendo al excapitán César Remón en el once se perfila Víctor Mongil. Quien es seguro que estará bajo palos nuevamente será Jero, como ha confirmado el técnico.

El técnico ha pedido que la presión se centre sobre él pero no sobre los jugadores y cree que "la exigencia de estar segundos puede ser superior a la realidad. Por el contrario parece que estamos en descenso cuando en realidad estamos a dos puntos del play-off".