Ya ha llegado. Ya está aquí. La pasada noche la  tradicional pegada de carteles ha dado inicio a la campaña electoral, con más preparación de unos que de otros (si nosotros contáramos -¿y por qué no algún día?-).

Son quince días los que están legalmente establecidos para que los aspirantes a representantes públicos puedan explicar sus intenciones o pretensiones (hay de todo) a sus votantes.

Todo ha cambiado desde las primeras elecciones en la transición. Lejos queda la imagen que muchos recordamos de carteles en todas partes, incluso en el suelo de las aceras del Pont de Sant Jordi en un momento en el que la ilusión de las primeras consignas libres permitía excesos hoy impensables.

LAS MÁS RESTRICTIVAS

Las de 2015 van a ser, por ahora, las elecciones municipales más estrictas, por ahora, en cuanto a la inversión que realizan los partidos políticos en publicidad. En ocasiones, el Legislador intenta adaptar la normativa atendiendo solamente a los síntomas de cada problema.

La crisis económica, y sobre todo política, ha ido modificando leyes electorales, quizás atendiendo más a evitar ruidos molestos que no a cómo conseguir hacer llegar al votante el mensaje prometido.

La primera modificación llegó en 2011. Cambió la Ley de Régimen Electoral General, que prohibía la precampaña electoral, el período entre la convocatoria de elecciones y la campaña propiamente dicha en el que los candidatos explicaban sus propósitos, siempre sin pedir el voto.

LÍMITE 0,11 POR HABITANTE

Para estas elecciones también hay otras restricciones en cuanto a inversión durante la campaña. El límite que ha fijado el Ministerio de Hacienda es de 0,11 euros por cada habitante de la localidad. Si el censo, según datos municipales, es de 61.722 personas, el dispendio máximo para cada partido es de 6.789 euros.

A esta cifra habría que sumar otros 4.772 euros aproximadamente en el caso de las formaciones políticas que se presenten en la mitad de las poblaciones de la provincia.

Total, que la mayor parte de los partidos pueden invertir en la campaña algo más de 11.500 euros.

Este dinero llega a los candidatos de forma legal y regulada mediante la Ley de Financiación de Partidos. Además, la misma normativa del Ministerio del Interior que limita el gasto para estas elecciones municipales también señala las subvenciones que recibirán quienes se presenten.

LAS SUBVENCIONES POR VOTO Y CONCEJAL CONSEGUIDO

Así, los partidos políticos recibirán 270,90 euros por cada concejal electo.

A esta cantidad hay que sumar 0,54 euros por cada voto. Sujeta a los resultados provinciales hay otra subvención a la que pueden acceder las candidaturas. Se trata de 0,22 euros por elector que se pueden destinar al envío directo, el correo que recibimos en casa con las papeletas preparadas.

Los resultados marcan lo que los partidos recibirán del Estado para abonar hasta el límite permitido de inversión publicitaria. Como lo mejor es aplicar las cifras a un ejemplo, pensemos en un caso, más que probable en las próximas elecciones para muchos partidos. Vamos a contar con un resultado de seis concejales y unos 7.000 votos. La subvención sumaría 3.780 euros por votaciones, más 1.896 derivados del número de concejales y otros 1.540 del envío directo. Total, la subvención sería de 14.216 euros, tres mil más del límite establecido.

El miedo a lo que pueda pasar en los inciertos resultados del 24M señalan la intensidad en la que cada candidatura apuesta por hacer llegar los mensajes a sus posibles electores.