NOMBRE: Indira Amaya de Ameglio

AFICIONES: Viajar y fotografiar los rincones del mundo

ESTADO CIVIL: Casada con una hija

EDAD: 43 años

TRAYECTORIA: Periodista, licenciada en la Universidad de Panamá, ha trabajado en la Corte Suprema del país centroamericano y en el grupo editorial líder Panamá América, del que llegó a ser corresponsal en Europa. Su labor diplomática ante Italia, Malta y la FAO le permitió apoyar la promoción económica de su país. También ejerció de maestra mientras estudiaba. Desde joven ha sido una firme defensora del medio ambiente y de su conservación.

Una lista con los 20 atributos que debía reunir el lugar donde vivir es la causa que trajo hasta Alcoy a Indira Amaya.

La elección de la Masía La Mota, en pleno corazón de la Font Roja, no fue sencilla. La Toscana en Italia, la Provenza en Italia, la Costa Brava… fueron candidatos en esta búsqueda del hogar perfecto. Quería compartir con Edgar un rincón tranquilo a la distancia justa del mar en el que aterrizar después de años de importantes responsabilidades. Después llegó Letizia.

Esta alcoyana de sentimiento nacida en Panamá continúa encantada con su elección, tanto que convirtió una parte de la casa en ‘Hotel con encanto’ al que llegan turistas de toda Europa y muchas personas de aquí, para celebrar allí momentos especiales. Su apuesta es añadir a la magia del alojamiento la calidez de un restaurante que subraye las delicias del entorno y, como el hotel, asequible para todos.

Indira no para. La Mota es su vida, la Font Roja su impulso y Alcoy su marco de referencia. Pone en su hotel todas las experiencias de primer nivel internacional que ha ido acumulando. Sin embargo, si mira al horizonte, recuerda aquel cliente enamorado del Pont de les Set Llunes, del que vino de Bélgica sólo recorrer la comarca en bici o del alcoyano que sube muchas tardes en verano para escuchar el silencio mientras anochece en la ciudad.

“El otro día vino al Hotel un huésped de Suiza y me emocionó verle suspirar delante de tanto paisaje” cuenta Indira segura de la comarca puede ser un buen destino, un lugar en el que el viajero quede, como su hotel, encantado.