Si has leído el titular y continúas sin saber qué viene después en este artículo, casi seguro que tienes más de 25 años. No te preocupes, te ponemos al día.

Snapchat es una red social pensada para móvil, aunque con versión PC, que hace con los mensajes lo mismo que hacían las películas de espías clásicas, aquello de “este mensaje se autodestruirá en x segundos”.

La particularidad de esta aplicación de mensajería instantánea está en que el  texto, fotos y vídeos enviados desaparecen cuando la otra persona lo ha visto. El remitente elige el tiempo durante el que se puede ver el mensaje y a qué personas llega. Después se borra sin dejar rastro. Esta característica es la que diferencia esta red social de otras, como Whatsapp, Line o las más tradicionales Twitter y Facebook.

Snapchat no es nuevo, si bien es ahora cuando se populariza entre quienes son pioneros de este tipo de aplicaciones, los usuarios entre 12 y 23 años. La aplicación la desarrollaron en 2010 tres estudiantes de Stanford como trabajo de clase.

Un mensaje es un ‘snap’. Actualmente se envían casi 9.000 fotos cada segundo, más que las que gestiona Whatsapp y el doble de las que muestra Facebook. Tiene más de 100 millones de usuarios activos.

El hecho de que las imágenes no dejen huella abre para muchos la posibilidad de compartir fotos o vídeos que jamás podrían en otra red social. En teoría, con Snapchat no hay que preocuparse por dónde acabará una imagen nuestra, a excepción de que alguien haga una captura de pantalla.