Un hombre ha quedado encerrado en los aseos de La Glorieta durante tres horas, tras el cierre de la instalación.

Han sido los viandantes que pasaban por la zona quienes han avisado a la Policía Local, al escuchar una serie de golpes que provenían del interior de los servicios públicos.

La persona que ha quedado encerrada padece afonía a causa de una intervención quirúrgica, lo que le impide chillar, por lo que el aviso sólo lo pudo realizar a base de aporrear la puerta.

Según el expediente abierto en la Concejalía de Obras y Servicios, el encargado del cerrar los aseos vio que las puertas de los váteres estaban abiertas, por lo que pensó que no había nadie. El hombre estaba haciendo uso de uno de ellos, aunque si cerrar la puerta.