El delantero alcoyano Jorge Molina ha vuelto a hacer historia. Por segunda vez en su carrera deportiva ha logrado ascender a la Primera División con el Real Betis Balompié.

Pero esta segunda vez no ha sido como la primera. Esta vez lo ha hecho como capitán y tras ser pieza clave en la segunda vuelta de la temporada.

No empezaba nada bien la temporada para Molina pues el primer técnico del Betis, Julio Velázquez, casi no contó con él desde el inicio.

Fue con su destitución y la entrada primero de Merino y sobre todo con el regreso de Pepe Mel cuando el delantero alcoyano empezó a rendir al máximo nivel hasta el punto de batir del récord de partidos seguidos marcando en el Benito Villamarín con 9 jornadas y logrando 20 goles, 19 en liga y uno en Copa.

De los 19 goles, 18 los marcó en la segunda vuelta y se convirtió junto al pichichi de la categoría, Rubén Castro, en el dúo explosivo que ha llevado al Betis de nuevo a Primera.

Por ello, Jorge Molina tiene claro que “este año ha sido un ascenso diferente. Tenía la espina clavada del descenso la pasada campaña y hemos logrado a la siguiente volver a subir, algo que no suele ser fácil. El apoyo de la afición del Betis ha sido más increíble que nunca”.

No en vano, en una de las jornadas finales, los béticos desplegaron un gran ‘tifo’ en el campo con la imagen de Molina y Castro celebrando un gol. El delantero alcoyano tiene un año más de contrato con el Betis. “Ahora el objetivo es asentarse en la Liga de las Estrellas”, concluye.

Después de disputarse las dos primeras jornadas de liga, el jugador alcoyano ha sido de los aspectos más positivos del equipo de Pepe Mel. No en vano, en el Bernabéu, tras salir tras el descanso, logró forzar un penalti que Rubén Castro no pudo transformar al ser detenido por Keylor Navas.