Juca Hombre nos ha abierto sus puertas para poder hablar con el modelo internacional alcoyano Saúl Mira. Al tiempo que realizamos una sesión fotográfica con vestuario proporcionado por Juca Hombre y con la ayuda de Loan Servicios Fotográficos y Mario Sancho, peluquero personal de Saúl, éste nos cuenta su trayectoria en el mundo de la moda que se extiende ya a década y media y a 18 países.

- Saúl, tu trayectoria no puede ser más internacional ya que has trabajado en casi una veintena de países.

- En concreto en 18. Los tengo contados. Empecé en Argentina por pura casualidad. Me enamoré de una chica argentina en verano, en concreto Miss Argentina 2001. Romina me dijo: “Saúl, tú puedes ser modelo, tú puedes ser modelo” y me convenció. Le pedí que activara sus contactos en Argentina y allí empecé. Estuve seis meses. El primer fotógrafo, en la primera sesión, me preguntó si ya antes había hecho sesiones de fotos”.

- Todo fue muy repentino por lo tanto. Todo fue por amor…

- Exacto. Muy de repente. Soy instalador de aire acondicionado y calefacción con los títulos pertinentes, también entrenador personal y he trabajado en el mundo de la noche. Hasta que por esta chica, por amor, me dediqué a la moda. En esos tiempos estaba viviendo entre Alcoy y Gandía, trabajando en una discoteca de verano, que fue donde la conocí. Tras los seis meses que pasé en Argentina, donde trabajé y me fue muy bien, curiosamente logré mi primer contrato en Barcelona. Allí estuve dos años mezclando la propia Barcelona, con Milán, París y Londres, incluso Grecia.

- ¿Cuando inicias tu etapa sudamericana?

- Me surgió en 2006 una oferta en México. Lo de Romina no salió bien después de tres años y pienso que me tengo que ir lejos, a Latinoamérica. Del 2006 al 2009 no volví a Alcoy. México era mi cuartel general. Toqué mucho Colombia. Fue a raíz de que trabajé en telenovelas en México, me contrataron en Colombia. Estuve diez meses, me encantó. Más tarde fui a Panamá tres meses, volví a México y ya en el 2009 volví aquí. Trabajaba bien pero el euro era cada vez más fuerte y el peso mexicano cada vez más débil. Tenía un buen sueldo pero no me compensaba.

- Después del mercado latino al mercado asiático…

- Justo. Apareció una agencia en Shanghai. Te explico el funcionamiento. El mánager, yo estoy trabajando de ello por cierto, envía modelos, presenta fotos en los países en los que él cree que puedes trabajar. Si el resultado es positivo, las agencias te piden unas polaroid, fotos normales, sin maquillaje, naturales. Esas fotos se llaman snap en el argot. Con el visto bueno empiezas a hablar. Las agencias te pagan el vuelo, junto al hotel. Hacen una inversión. Ellas dicen: me gusta este modelo, lo quiero durante tres meses. Te recogen al bajar del avión, te presentan al dueño y empiezas a trabajar. Eso sí hasta que no pagues el vuelo y la estancia, no ves un duro, en realidad no es que te paguen.

- Interesante explicación. Volvamos a Shanghai.

- Cuando haces un anuncio o una campaña de un producto ya no puedes hacer otra de otro producto similar en ese país. Por eso los modelos viajamos tanto, pues no podemos hacer muchas cosas tras copar las posibilidades. A veces en seis meses ya no puedes hacer nada. Así llegué a China, a Shanghai, con los 30 años pasados y sin hablar 'ni papa' de inglés. Cuando empecé en Europa, trabajaba en Barcelona y por Europa con el italiano, que lo entendía, me bastaba y en Latinoamérica volví al castellano. Cuando llegué a Asia solo sabía decir ‘yes’ y poco más. La chica que me recibió se asustó. Fue un desafío y pasé ocho meses maravillosos. Cuando te pones, cuando no tienes más remedio, aprendes inglés, no nativo, no académico, pero sí lo suficiente. A la vez compartí experiencias con modelos rusos, brasileños, rumanos… De ahí busco otro desafío que es irme a Sudáfrica.

- Europa, América, Asia y África. Solo te falta Oceanía. ¿Cómo fue la experiencia en este país?

- Sudáfrica que es un mercado muy bueno, comercial. Se usa mucho la sonrisa y me fui cuando allí era verano y aquí invierno. Es decir, me fui a pasar el verano. Además tuve la suerte de no encontrar a nadie que hablara español. Te pones el chip del inglés y aprendes muchísimo y rápido. Al ser una colonia inglesa me costó entenderlos, pero fue una experiencia muy positiva. Un consejo: necesitamos aprender a hablar en inglés. Ahora llevo unos años instalado en Shanghai.

- ¿Cuál ha sido tu mejor campaña?

- Mi mejor trabajo lo he hecho para Garnier, unas cremas hidratantes. Hice el cásting en Barcelona. Fue un contrato de un año a nivel nacional. A la semana me llaman diciéndome se había vendido a nivel europeo, por lo que se multiplica su valor en un 150%. Y luego me dicen que llega a nivel mundial, con lo que aumentó en un 425%, unos números muy importantes.

- En los periodos en que pasas tiempo sin volver a Alcoy ¿lo echas de menos?

- Siempre he echado de menos las cosas, pero también es cierto que desde bien jovencito me picaba el culo. Salí de casa con 18 años y empecé a irme a Valencia por trabajos. Estudié en el Arnauda y delineante en FP en Cotes Baixes. Mi primer trabajo fue vendiendo televisores en Eroski. Me echaron porque me cayó uno. De ahí un amigo de mi padre me inició en el mundo de las instalaciones de aire acondicionado, es un oficio que no se te olvida. En Alcoy siempre seré el del aire acondicionado en Alcoy, más que el modelo. En cuanto al contacto con la familia, la verdad es que me quejo de Internet, pero me está suponiendo un gran alivio. Tiene su lado bueno. Recuerdo que cuando estaba con Romina y ella se iba a Argentina me gastaba 'una pasta' en llamadas con el nokia irrompible que todos hemos tenido. Ahora en cualquier momento puedo llamar. A veces estás más comunicado, hablas más, con personas de acá que de allá. Eso sí no tienes piel con piel.

- Se puede decir que tienes ya una consolidada trayectoria como modelo.

- Son ya casi quince años y eso que empecé como modelo tarde, con 25 años, por casualidad. Ya no tengo 20 años. Si hubiese nacido en una gran capital hubiese empezado antes… o quizás nunca. Tiene su parte positiva, glamurosa, pero también la negativa de la soledad y de tener a los tuyos lejos. Ellos se han hecho a la idea. Le prometí a mi madre al menos una vez al año venir a verla. Tus padres nunca te dirán que están tristes, solo te dicen que seas feliz, que nosotros estamos bien, pero está claro que siempre están preocupados.

- ¿Ahora te dedicas a ser mánager? ¿Has visto algún chico o chica en Alcoy que podría valer para modelo?

- Tengo a varios modelos a mi cargo y por supuesto que he visto a personas que puedan valer para este trabajo en Alcoy. Hay que tener ojo. No todos los mercados son buenos para todos los modelos. Yo mismo trabajo bien en mercados como el asiático porque les gusta mucho la barba, aunque ahora no la llevo, o en el latino porque tengo una cara muy latina, pero no me metas en Londres pues no trabajaré nada. Allí buscan ‘nenes’ y medio andrógenos, altísimos y flacos. Y yo no doy ninguna de esas características. En Sudáfrica funcioné por la sonrisa. Sé trabajar muy bien con modelos comerciales, no con chicos o chicas fashion. Los rubios funcionan en Sudáfrica y no en la India, allí buscan rasgos muy oscuros, por citar un ejemplo.

Se puede seguir su trabajo en la página oficial de Saúl Mira y agradecer a Juca Hombre por ser sede de esta entrevista y prestar sus trajes para la sesión de fotos con Loan Fotógrafos, así como al peluquero de confianza de Saúl, Mario Sancho.