Los restos de las naves de la fábrica incendiada el 29 de mayo de 2014 bajo el Pont de Sant Jordi han comenzado a ser retirados más de un año después.

Se trata de una de las zonas más transitadas de la ciudad tanto por vecinos como por turistas que al asomarse por las barandillas del puente tenían una visión desoladora de escombros y hierros retorcidos.

El siguiente paso será estudiar qué poder realizar en ese espacio que pronto será solo un solar.

El incendio provocó en su momento una gran columna de humo que se pudo ver desde toda la ciudad, así como el desprendimiento del techo de dos de las naves centrales.