La Audiencia Provincial de Alicante ha celebrado el juicio contra el padre que abusó presuntamente, durante más de 8 años, de sus dos hijas, entonces menores de edad, en su domicilio de Alcoy.
Las dos hijas, habrían sido objeto de abusos por parte de su progenitor desde el 2004 al 2012, momento en que se interpuso denuncia por parte de la mayor de las hijas, según el testimonio prestado por ambas ante el Tribunal.
La abogada que lleva la acusación particular, Laia Santamaria, del despacho Togue's Legal Services, ha solicitado en su escrito la pena máxima para este tipo de hechos, que según el código penal aplicable, es de 10 años de prisión por cada uno de los dos delitos de abusos sexuales con prevalimiento cometidos.
La hija mayor de las dos, ha relatado que habría sufrido tocamientos y masajes genitales, con una media de entre 2 y 4 veces a la semana, aprovechando la ausencia de la madre en casa. Mientras que la menor de las hermanas, con un ligero retraso mental, ha declarado haber sufrido penetraciones de su padre durante los abusos sexuales.
La primera de las víctimas, ha señalado que con el tiempo sospechó que su hermana estaba sufriendo los mismos abusos que ella y que llegó a culparse de no haber dicho nada antes porque de esa manera le hubiera evitado a ella los abusos que ésta sufrió. La joven ha relatado que fue su novio quien le animó a denunciar los hechos cuando ella le contó lo que estaba pasando en casa.
El juicio por los hechos denunciados se tenía que haber celebrado en 2013, pero se suspendió porque el padre se encontraba en paradera desconocido en ese momento. El mismo fue encontrado por la brigada judicial de la Policía Nacional el pasado mes de noviembre, en un pueblo abandonado de Murcia donde se ocultaba. Actualmente, se encuentra en prisión preventiva, por riesgo de fuga. En el transcurso del juicio, el presunto autor de los abusos, ha negado todos los hechos de los que le acusan las hijas, atribuyendo la denuncia a un montaje planificado por la mayor de las hermanas.
La intervención de cinco peritos, tres de ellos psicólogos forenses, ha sido crucial para poder determinar el grado de credibilidad que la narración de las hijas tenía, ya que según manifestaron los expertos durante la vista, las menores no estaban siguiendo ningún tipo de historia preestablecida, y su discurso era libre y espontáneo a la hora de contar los hechos ocurridos con todo tipo de detalles. Además se ha podido determinar con la pericial, que ambas hijas presentaban secuelas por dichos actos, que habían empezado a producido cuando eran unas niñas de 8 y 7 años, respectivamente.
La Fiscalía y la acusación particular han mantenido en sus conclusiones finales la petición de penas que suman 20 años de prisión por dos delitos continuados de abuso sexual. La defensa, por su parte, ha pedido la libre absolución por falta de pruebas.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de Página66.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.175