El MUBAG, Museo Bellas Artes Gravina de Alicante, cuenta en la sala de exposiciones permanente con la muestra ‘Mariano Benlliure: anécdotas ornamentales’.

La misma se podrá ver en la primera planta del museo del 22 de enero al 4 de septiembre de este 2016.

‘El siglo XIX en el MUBAG. De la formación a la plenitud de un artista’ es un espacio de exposición permanente en el museo que finaliza su recorrido con el ‘Reconocimiento internacional’ que se dedica cada año a una figura destacada del panorama artístico de este siglo XIX que en este caso está dedicada a Mariano Benlliure.

Así en este espacio podemos ver varias obras de este artista seleccionado junto a un texto introductorio de cada una de ellas.

Con anterioridad, desde que en diciembre 2012 fue la primera muestra, se ha elegido a Joaquín Sorolla, con la colaboración del Museo Sorolla de Madrid, hasta inicios de 2014 se pudieron ver obras suyas con el mar de Jávea como protagonista.

Tras este primer préstamo de obras hubo una segunda ‘mini-muestra’ también de Sorolla en este caso bajo el título ‘Sorolla en Jávea, una inspiración costumbrista’, sobre los oficios que pintó el reconocido artista valenciano en la localidad costera alicantina. Estos cuadros estuvieron hasta marzo de 2015.

Así en una tercera edición se ha decidido que sea el escultor valenciano Mariano Benlliure el artista elegido y para ello con esta muestra ‘Mariano Benlliure: anécdotas ornamentales’ se puede ver la vinculación de Benilliure con la provincia de Alicante en el tramo final de su vida.

Tras dedicar su trayectoria a numerosas modalidades escultóricas, monumentos públicos y funerarios, retratos, imaginería religiosa, entre otras, en esta exposición se destaca su vertiente decorativa con una selección de piezas llegadas del Museo de Crevillent.

Alguna de las piezas que se pueden ver han pertenecido al Palacio del Conde de Romanones, al de los Duques de Medinacelli, al del banquero Ignacio Bauer o a su Casa-Estudio de la calle Abascal, todos ellos en la capital de España.

De ellos se pueden observar en la muestra cinco piezas, todas ellas del Museo Mariano Benlliure de Crevillent, en concreto dos de ellas, el relieve ‘Armonía’ y el gran ‘Zócalo de ninfas, sátiros, bucráneos, ánforas y cántaros’ del saloncito Bauer, realizado en 1895 y desmontado tras la Guerra Civil, dispersándose sus componentes por distintas colecciones, y la ‘Ánfora báquica’ o ‘Bacanal’, un conjunto o friso denominado ‘Idilios’ o un bajorrelieve de escayola titulado ‘La Danza’ o ‘Bailarinas desnudas’ que pertenecen a su Casa-Estudio, construida entre 1910 y 1912 y demolida después de su muerte en 1947. Las piezas oscilan entre 1888 como la más antigua a 1912 la más reciente.

Además en los últimos años de la vida de Mariano Benlliure empezó una estrecha relación con Crevillent, en especial a partir de 1944 por la realización de imaginería religiosa. Crevillent llegó a encargarle nueve tallas, siendo donde más obra religiosa hay de este artista.

El Museo Mariano Benlliure abrió sus puertas en 1961, aunque la idea del mismo surgió estando aún en vida el artista valenciano, quien llega a ayudar en su gestación, contando después con el respaldo de la familia Magro, que consiguió reunir una gran cantidad de obras de este autor.

Esta colección aún aumentó gracias al Patronato de Semana Santa, las adquisiciones del Ayuntamiento y donaciones, hasta las más de 300 piezas actuales. Tras varias modificaciones del museo en 2012 se inauguró el nuevo Museo en el que se muestran un total de 128 obras.

Mariano Benlliure fue uno de los escultores europeos más famosos de su tiempo, el último gran maestro de la escultura realista decimonónica. Existe obra suya en España, Italia y en Iberoámerica, logrando reconocimiento internacional.

De su vida e intenso currículum destacan los 20 años que vivió en Roma y en su segundo viaje a París, con la obra el Busto de Francisco Domingo, comienza su fama, recibiendo medallas en exposición de Berlín, Múnich o Viena.

Entre otros premios recibe también la Medalla de Honor en la Exposición Nacional de 1895. Además coincide con Sorolla en la Exposición Universal de París, del que se hace gran amigo, y donde recibe otra Medalla de Honor de escultura, hasta ser nombrado miembro de la ‘Hispanic Society of America en Nueva York.

Sorolla y Benlliure coincidieron en sus estilos atrevidos, uno pintando y el otro modelando. En su última etapa entabla relación profesional con Vicente Bañuls y ambos proyectan preparar el Monumento a Canalejas en Alicante, aunque finalmente lo realiza solo Bañuls.