Asistimos actualmente a una oleada de terror que está conmocionando a Occidente. Sin embargo, el terror lleva asolando el mundo desde hace ya varios años con la complicidad de los Estados de la “paz” y amparados por el silencio que propicia la lejanía de unos territorios desconocidos para el denominado “primer mundo”.

Al parecer, Occidente nunca estuvo preocupado por las oleadas de terror que lleva sufriendo, sin cesar, Oriente Medio, por ejemplo. Ni se iluminó la Torre Eiffel ni nos pusimos las banderas en nuestra foto de perfil de todos esos países que fueron –y siguen siendo– víctimas de la codicia y la barbarie humana, ninguna muestra de solidaridad para con las víctimas silenciadas del horror.

Nos encontramos desgraciadamente en un momento socio-histórico propicio para la extrema derecha que vuelve a suscitar y dirigir el odio hacia un falso objetivo con la clara intención de favorecer sus propios intereses, y nosotros somos cómplices de dicho acontecimiento olvidando así nuestra historia más reciente, esa historia que recoge la cara más oscura del ser humano.

Ahora bien, convendría recordar que cada causa tiene sus efectos y que cada efecto tiene por consecuente su propia causa. Cabría pues determinar la causa principal de estos nefastos y ya conocidos efectos. Lo que nos lleva a mirar a la alianza militar intergubernamental conocida como la OTAN.

El pasado 12 de marzo se cumplían 30 años del referéndum que aseguraba la permanencia de España en la OTAN. Referéndum que fue convocado por el PSOE liderado por Felipe González, el mismo que poco antes se oponía a la adhesión de España en dicha organización –recordemos aquí el lema “OTAN DE ENTRADA NO” que aseguró la victoria electoral del PSOE– y que en un giro ideológico drástico nos abocó a la permanencia en la misma. Aunque tal vez no se tratase de un giro ideológico sino más bien de un engaño debidamente premeditado.

Conviene pues preguntarnos ¿qué es la OTAN? Según las fuentes oficiales la OTAN es la organización que asegura la defensa y la seguridad de los Estados, pero es también el brazo militar de la ONU para asegurar la estabilidad y la paz en el mundo. ¿Es eso cierto? ¿Es la OTAN una organización de bien y beneficiosa para la estabilidad política mundial? ¿Cuáles son los verdaderos intereses y fines de dicha alianza militar intergubernamental?

Basándonos en los hechos históricos desde la creación de la OTAN y en sus distintas intervenciones desde entonces, así como en la opinión de voces autorizadas sobre el tema como puede ser la del escritor y periodista independiente Michel Collon quien define la OTAN como “una organización de criminales”, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que la versión oficial es falsa.

La OTAN es la organización de la cual se vale el imperialismo para justificar sus guerras coloniales modernas, con el fin de apoderarse de los territorios y de sus recursos naturales para favorecer los intereses de Occidente en detrimento del resto del mundo.

En efecto, estamos ante un “nuevo” modelo de colonización no menos cruel que el anterior donde el puesto de la nueva inquisición es ocupado por la OTAN. Habría que ahondar mucho más en el surgir de las diferentes respuestas a esta invasión imperialista de Occidente, como pueden ser las de los grupos terroristas como Al Qaeda o ISIS, encargados de propagar la dictadura del terror del Estado Islámico y apadrinados por Arabia Saudita y Qatar.

Pareciera pues que Occidente estuviese contrapuesto al Islam, siendo esto incierto ya que tanto Arabia Saudita como Qatar son unos fieles aliados de Occidente, lo que nos lleva a plantearnos una serie de preguntas: ¿Es la organización Estado Islámico un nuevo ejército secreto de la OTAN cuyo objetivo a corto plazo sería debilitar a Irán? ¿Contribuyó el apoyo de Occidente a fortalecer y empoderar el terrorismo yihadista?

¿Constituyen Al Qaeda junto con otras organizaciones similares un pretexto para invadir países (Irak, Afganistán), un instrumento para llevar a cabo guerras por procuración (Libia, Siria, Yemen), una justificación para legitimar la xenofobia favoreciendo el renacer del fascismo y desviar la atención de los verdaderos problemas sociales (paro, crisis económica) designando a un falso enemigo? Definitivamente sí.

El Estado español no sólo es cómplice sino también partícipe de esta “organización de criminales” que es la OTAN, y eso NO LO PODEMOS PERMITIR. Si queremos acabar con el terrorismo, con las guerras en el mundo donde mueren civiles inocentes por los intereses económicos de unos pocos, debemos exigir que se deje de financiar a esos terroristas y eso pasa principalmente por la disolución y el fin de la OTAN.

El imperialismo es el no respeto de la soberanía de los pueblos. Recordemos que la Inquisición cometió uno de los mayores genocidios de la historia, y ahora estamos ante un nuevo genocidio silenciado del cual somos responsables y cómplices con nuestra indiferencia. Finalmente, nos gustaría acabar con una frase de Fígaro, personaje principal de Las bodas de Fígaro de Beaumarchais que sigue más viva que nunca: “¿Somos soldados que matan y a los que matan por intereses que ignoran? Quiero saber, yo, por qué me enfado”.