Las deudas con la Agencia tributaria se pueden aplazar y para ello no siempre es necesario aportar garantías.
En el momento de presentar un impuesto que sale a pagar, se puede solicitar el aplazamiento, para pagarlo en varios plazos y así conseguir liquidez. También se pueden aplazar las cuotas calculadas por la administración, si en la fecha de pago prevista no se dispone de suficiente dinero.
El pago mediante plazos supone hacerlo en varias cuotas del total del impuesto aplicando los intereses vigentes. Es una financiación que en ocasiones es más barata que con un banco.
El tipo de interés aplicado es el interés legal del dinero del momento. Como es una tasa anual, al calcular el plazo el importe de los intereses que se suman va a ser una cantidad muy pequeña, por lo que el aplazamiento suele convenir.
Los plazos de pago se pueden elegir según nos convenga, por ejemplo pagar en tres o seis meses. Pero siempre es Hacienda la que tendrá que aceptar nuestra propuesta.
Las dificultades financieras del momento y para agilizar el procedimiento de gestión de las solicitudes de aplazamiento Hacienda ha actualizado los límites exentos de la obligación de aportar garantías, fijándolo en 30.000,00 €. Antes el límite estaba en 18.000,00 €.
Esto supone que en las solicitudes de aplazamiento de importe inferior a esta cantidad no hay que presentar ninguna garantía para hacer frente al pago.
En el momento de tomar la decisión de solicitar un pago aplazado, conviene consultar con un experto para estudiar el planteamiento de pago y el tipo de impuesto a aplazar.