Cuando llega el calor se modifican las condiciones en las que entrenamos. La subida de temperaturas dificulta las rutinas de cada día y son muchos los que ven cómo cuesta más hacer ejercicio.
Tal y como señala el propietario de Ben Gym, Benjamín Francés, “hay que realizar un entrenamiento similar al acostumbrado y, en todo caso, aprovechar los elementos favorables, como el incremento de horas de luz”.
Está claro que el elemento clave es la refrigeración, hay que beber, mojarse y procurar por todos los medios que nuestro organismo no padezca una excesiva subida de su temperatura corporal.
A partir de ahí, modificar algunas cuestiones. Una de ellas es el descanso. En contra de lo que nos apetece a todos en verano, hay que incrementar el tiempo de descanso. Además, debemos cumplir de manera más estricta las pautas de entrenamiento y tiempo de relajación.
Ya en clave más física, Benjamín Francés de Ben Gym afirma que “sería ideal que bajáramos un poco el peso, para que la respuesta del organismo al calor sea más favorable”. Además, es interesante mejorar nuestra resistencia, mientras que el entrenamiento de la fuerza no debería variar.
Por último, el cuerpo lo pide, hay que acondicionar la alimentación para que nos ayude a responder a las condiciones más dura del tiempo del calor sin que, claro está, este cambio suponga descuidar las necesidades nutricionales para nuestro esfuerzo.
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