La historia de la construcción del Centro Especial de Enfermos Mentales (CEEM) del Barranquet de Soler se remonta a 2009.

La construcción del que llamará CEEM Mossén Cirilo Tormo se viene retrasando desde 2009. En ese año la Conselleria de Bienestar Social aprobó una partida para la construcción de la instalación de 3,5 millones de euros. Las obras debían haber sido sufragadas por la Generalitat, pero el Ayuntamiento siempre ha tenido que ir adelantando el dinero.

Cuando en 2011 la mayor parte de la obra ya había concluido, se estimaba que al coste de la edificación habría que sumar otro medio millón de equipamiento. En ese momento la Generalitat solamente había transferido un millón y medio de la partida aprobada. Las obras quedaron paralizadas por falta de pago a la empresa constructora, Clásica Urbana, y también porque fue necesario realizar modificaciones en los proyectos para adaptarlos a la normativa vigente.

Quien fuera concejala de Bienestar Social durante el último mandato del Partido Popular en Alcoy, Rosa Sánchez, aseguraba en ese momento que su gobierno había dejado los trámites para dichos cambios antes de las elecciones.

Sin embargo, no fue hasta mayo de 2014 cuando el Ayuntamiento cerró un acuerdo con la constructora para que se retomaran las obras. En Noviembre, la entonces consellera, Asunción Sánchez Zaplana, anunció la apertura para 2015. EL CEEM ya llevaba casi cinco años de espera.

En 2015, la concejala de Bienestar Social, Aroa Mira, anunció que sería la Generalitat Valenciana quien gestionara el centro, que daría servicio provincial. El acuerdo ronda los 2 millones de euros anuales.

El último anuncio llegó en junio, cuando la vicepresidenta del Consell y consellera de Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, anunció que el CEEM estaría en funcionamiento en el último trimestre de 2016.