Roces en los bajos, reducción excesiva de la velocidad... Son algunas de las consecuencias que provoca el nuevo resalto de la calle Góngora.
La altura de este resalto es sospechosa, ya que muchos conductores han comprobado que pese a la reducción de velocidad, algunos de ellos siguen rozando con el asfalto. En cambio, otros instalados en puntos distintos de la ciudad, como en la avenida Elx o la carretera del Molinar, no han sido motivo de quejas.
En este tipo de resaltos van pasos de cebra. Las estructuras fijas o de obra deben tener un máximo de 7 centímetros de alto y el material puede ser de hormigón o material asfáltico.
Las subidas y bajadas para estos pasos de peatones varían. Según el límite de velocidad, pueden ir de 1 a 2'5 metros. Las rampas más cortas para los vehículos, en las zonas con menor velocidad, son las que deberían tener más pendiente.
Este paso de cebra 'lomo de asno' de la calle Góngora no es el único que se ha instalado. Las calles Milagrosa, Camí Vell de Batoi, carretera del Molinar y Banyeres también se han incluido en las obras del Ayuntamiento de Alcoy.
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