La celebración del Jesuset del Miracle ha vuelto un año más y con esta edición se cumplen 449 años.

La culminación de estos actos ha tenido lugar el domingo cuando se ha llevado a cabo el traslado procesional del Santísimo Sacramento desde la parroquia de Santa María hasta la iglesia del Santo Sepulcro.

A continuación, ha tenido lugar la misa solemne y la posterior procesión del Santísimo Sacramento, conocida popularmente como la del Jesuset del Miracle, por las calles del Centro, que ha estado precedida por la actuación del Grup de Danses Sant Jordi.

Se trata de una de las principales celebraciones que año tras año se suceden en Alcoy y que forman parte del acervo cultural de la ciudad. Los días anteriores, viernes 27, ha tenido lugar la santa misa con el Sermón del Robo a cargo del sarcerdote alcoyano Vicente Balaguer y la representación del auto sacramental 'El Jesuset del Miracle' por el grupo de teatro Tesalín y el sábado 28 se han celebrado las vísperas solemnes y santa misa con la asistencia de sacerdotes y religiosos de Alcoy junto al descendiente histórico de Juan Esteve o 'Joan l'Aixada'.

LA HISTORIA

Un año más se han rememorado los acontecimientos del 29, 30 y 31 de enero de 1568, cuando se produjo la desaparición de unas Sagradas Formas, lo que centró la atención de quienes vivían en la localidad en aquella época.

El robo lo realizó Juan Prats y la imagen del Jesuset del Miracle cambió su postura para indicarle a María Miralles dónde estaba enterrado el cáliz, mientras que la actuación de Juan Esteve, 'Joan l'Aixada', es clave, puesto que es quien realiza el hallazgo sin que su azada dañe la preciada copa.

Estos son algunos de los elementos de una historia que cada final de enero nos permite comprobar cómo los lugares que frecuentamos a diario han albergado a lo largo de la historia momentos cargados de emociones.

Las Agustinas Descalzas llegaron pocos años después, en 1597, de la mano de San Juan de Ribera. Se trataba de una nueva orden reformada que desde Alcoy creó comunidades en los reinos de Valencia y Castilla. Han cuidado del templo y de la imagen del Jesuset del Miracle hasta febrero de 2013, cuando marcharon a Benigánim. Ahora, la sede del Santo Sepulcro la ocupan las hermanas Carmelitas del Espíritu Santo, llegadas desde Brasil.