Ha aparecido en el entorno de la acera del Pont de Sant Jordi unos fragmentos de tubo de fibrocemento, marca Uralita. Este material está prohibido en Europa y se realizaba con un mineral, el asbesto, cuyas fibras se ha demostrado como altamente cancerígenas.

Al parecer, hace casi una semana que estos restos de tuberías están en las aceras de este viaducto, que se encuentra en obras por rehabilitación de la plataforma.

Habitualmente, el Seprona, el organismo de la Guardia Civil que vela por el medio ambiente actúa en estos casos, exigiendo que se tomen las medidas oportunas, tanto para proteger a la población que está expuesta al agente cancerígeno como a los trabajadores de la obra, cuestión en la que también suelen actuar los inspectores de trabajo.