La Policía Local ha desalojado una vivienda en la calle Sant Miquel por peligro a que parte del edificio pueda derrumbarse.

La caída de cascotes después de las últimas lluvias ha obligado a los agentes a precintar la zona trasera del edificio, que da a la calle Buidaoli. Una parte de la zona de aparcamiento cercana a los nuevos Juzgados se ha acordonado para que los vehículos no se detengan por precaución. Tampoco es aconsejable el paso a pie, ya que pueden caer nuevos cascotes.

“Hemos actuado en la zona por previsión, para que no le pueda caer nada a ninguna persona, ya sea a pie o en coche”, ha contado David Lerma, jefe de la Policía Local, a Página 66.

“El concejal Raül Llopis y un aparejador se encontraban en la Torre Na Valora para concretar cómo será la Embajada Especial de Fiestas que se hará en septiembre, cuando han escuchado ruidos en la zona. Al ver que se trataba de unos cuantos cascotes, me ha llamado para observar el estado del edificio”, ha añadido.

Los agentes han invitado a los vecinos de la única vivienda habitada del bloque a que vayan a casa de sus familiares, por precaución. Ahora, los vecinos hablarán para ver qué medidas tienen que llevar a cabo. “En el solar que tenemos al lado, propiedad de una inmobiliaria, nadie actúa y por ahí nos entra agua y está hecho un desastre”, ha comentado un vecino de la zona.

“El Ayuntamiento debería obligar a los propietarios de los solares a limpiarlos, pero no hay interés ni por parte del Ayuntamiento, ni de los propietarios, ni de algunos vecinos”, ha detallado. Según este vecino, hay peligro de que caiga la torre añadida al bloque, pero no el edificio en sí, que “está en perfectas condiciones y hace dos años que pasó la revisión”.