En los últimos tiempos se están revalorizando una serie de frutas y verduras que tienen numerosos principios y componentes saludables. Una de ellas es el brócoli como nos explican en Pastamanía.

Se suele consumir crudo en ensaladas o cocido al vapor, pese a que de este último modo pierde algunas propiedades, aunque estas son muchas y siempre se mantienen un buen número.

La principal de ellas es que previene el cáncer, en especial el de mama, útero o próstata, así como de órganos como el colon, los riñones, el hígado o los intestinos. Sus propiedades anticancerígenas vienen por su alto contenido en vitaminas A, C y E y en aminoácidos, zinc y potasio.

Por otro lado protege el corazón ya que ayuda a eliminar el colesterol malo gracias a su contenido en fibras y del cromo, mineral encargado de regular la glucosa en sangre. De este modo se previene la hipertensión arterial y en general las enfermedades cardiovasculares.

También es un buen desintoxicador del organismo con sus propiedades antioxidantes que ayudan a eliminar las toxinas, purificando la sangre y la piel. El brócoli no está solo en esta función sino que también lo acompañan el rábano, la coliflor y la col. Todos ellos contienen selenio, que mejoran el metabolismo de los estrógenos del hígado.

No hay que olvidar que el brócoli también protege los huesos, por su contenido en calcio, fósforo, magnesio y cinc y cuida los ojos con sus nutrientes, como la zeaxantina o el beta-caroteno. También tiene luteína que protege al ojo de enfermedades degenerativas como las cataratas. Sus ácidos grasos Omega-3 ayudan a la piel y la vitamina C produce colágeno.

Por último, el brócoli también previene la anemia al contener hierro y proteínas, la diabetes y el estreñimiento por su contenido en fibra, mejorando la digestión y la acidez, así como fortalece el sistema inmunológico con el beta-caroteno y la vitamina C, ideal durante el embarazo y para prevenir el resfriado como nos ha recordado en Pastamanía.