En apenas unas semanas, Alcoy dará la bienvenida a la primavera. Pero este año podemos asegurar que la bienvenida será un poco más feminista. 1 de 60! No está nada mal, casi como la marca de bisutería.

Pero el azar ha hecho que en el mismo sitio donde Tania alzará su espingarda a las primeras notas del pasodoble, justo 20 años atrás, Pepe Sanus, nuestro alcalde, se levantó y abrazó a la primera festera de pleno derecho de Alcoy, Nuria Martínez a su paso con la fila Alcodianos. Dando así la bienvenida del pueblo alcoyano a la mujer en la fiesta. Aquel gesto, que hoy veríamos con la mayor de la naturalidad, destapó la cara más oscura de la fiesta.

20 años han tenido que pasar para que la oligarquía festera entienda que la fiesta no se acaba con la mujer, sino que sin la mujer la fiesta se acaba. Esto que parece un juego de palabras, que en verdad lo es, tiene mucho fondo.

El pasado 8M las mujeres nos demostraron que sin ellas el mundo se para. ¿Cree usted, amigo lector, que sin ellas la fiesta no se pararía? Tenga claro que sí. Pero las necesitamos no solo  como festeras o glorieras, sino como capitanas, como primer troy porque no como Sant Jordiet.

Gardel nos decía en su bolero que “20 años no es nada”, pero hoy podemos afirmar que 20 años son muchos y más sabiendo queno ha terminado. Podemos sentirnos orgullosos de los avances y conformarnos. Pero yo no lo hare. Quiero poder decirles a mis amigos de fuera, que en Alcoi no se discrimina por ser mujer.

Vamos mujeres que la fiesta nos llama y 20 años no es nada.