Formar buenas personas. Ese es el objetivo principal que los docentes del colegio Esclavas tienen en mente cada día. Valores, plurilingüismo y adaptación tecnológica son algunas de las metodologías que se han transformado en señas de identidad.

Son ya 40 años los que el colegio Esclavas está en la Zona Nord y más de un siglo en Alcoy formando grandes personas y futuros profesionales. Desde siempre, la intención de los maestros ha sido ayudar a sus alumnos a que aprendan en valores, en conocimiento, en compromiso, en autoestima y en creatividad. De esta forma se consigue aprender desde el corazón, siguiendo el carisma de su fundadora, Santa Rafaela María.

Como explican los responsables de Esclavas, “en nuestro colegio cada alumno es único, nuestras señas de identidad son la atención personalizada y la innovación educativa, porque es importante adaptarse a los nuevos tiempos y poder proporcionar a nuestros alumnos las mejores herramientas para llevarlos de la mano desde Infantil hasta el final de la etapa de ESO”.

Esta es la razón por la que el proyecto educativo de Colegio Esclavas se fundamenta en dos pilares, el plurilingüismo en todas las etapas y la incursión en las nuevas tecnologías. Esto exige que el equipo docente debe capacitarse de manera continuada, lo que les permite poner en marcha las últimas novedades didácticas.

La atención a la diversidad es otra prioridad en Esclavas. Si se busca formar personas completas, felices, resolutivas y eficaces que puedan valerse por sí mismas y sean capaces de emprender y crear futuro este aspecto es fundamental.

Como ejemplo de forma para alcanzar estos objetivos, los docentes de Esclavas explican la metodología de los proyectos de trabajo, que permite a los alumnos, desde los más pequeños de Educación Infantil, descubrir el mundo que nos rodea, investigar, probar, imaginar y soñar. Así, pueden explorar las inteligencias múltiples y poder desarrollar y potenciar las habilidades personales de cada alumno. La importancia del juego en el entorno diario hace que sea necesario el crear actividades que les permitan aprender jugando.

Además, la familia es parte esencial. Los padres y madres tienen una participación activa en cada etapa y son parte necesaria de los engranajes educativos. Así, pueden conocer siempre de cerca el crecimiento de sus hijos en todos los aspectos.