En los últimos años, la política ha realizado gestos hacia los ciudadanos que quieren ser partícipes de su futuro. Poder decidir en algunos aspectos de su población ha abierto la manera de los ayuntamientos a la hora de gestionar una parte del presupuesto anual.

Los han llamado Presupuestos Participativos en todos los consistorios que se han parado a escuchar a sus vecinos. En Alcoy, cumplen 5 años y los proyectos que se han llevado a cabo se encuentran en diferentes fases. Son 32 los aprobados, 23 los llevados a cabo, 7 en ejecución y 2 pendientes de realizar. La cifra revela que el 72% de los proyectos elegidos por la ciudadanía son ya una realidad desde que en 2014 comenzaran las reuniones y canales de comunicación pueblo-gobierno.

De 2014, los 5 proyectos que salieron adelante se han ejecutado todos. Destaca la instalación de energías renovables del Polideportivo Municipal Francisco Laporta o la reurbanización de la Placeta les Eres y sus alrededores. 2015 tiene dos proyectos que dependen de la nueva manzana de Rodes. Un espacio para conciertos y la construcción de un Centro Cívico se llevarán a cabo cuando esta zona vea la luz.

Los presupuestos participativos de 2016 también han visto cumplidas la mayoría de peticiones aprobadas. Ordenadores en las bibliotecas o mejoras en los parques de Cantagallet, Viaducte y Zona Nord se han ejecutado. A la espera queda la licitación de la obra para que los peatones puedan completar el circuito del río bajo el puente de Cervantes.

2017 fue clave en estos presupuestos. Mayor cantidad destinada y voz para los niños en una partida específica. De este año, salieron adelante propuestas como el carril bici o la biblioteca infantil en el Centro. El aparcamiento en algunas calles céntricas está pendiente de la licitación de las obras, mientras que las farolas inteligentes con leds no han llegado todavía.

En el último ejercicio, ya se han podido hacer realidad la adaptación de los museos a personas discapacitadas o la campaña sobre valores cívicos. Queda pendiente la restauración de la antigua muralla en la zona de los Juzgados o el acondicionamiento de las pistas del Polideportivo de Caramanxel.

Ejecutadas, en proceso o a la espera, los presupuestos participativos han hecho que las personas de a pie puedan sentirse dentro del ayuntamiento, que al final y al cabo, es, o debería ser, la casa de todos.