Una sesión de depilación láser no termina en el momento en el que se sale del establecimiento. Hay tareas que llevar a cabo en el día a día para ayudar a que se expulse el vello tratado en esa sesión.

Cuidar la piel que ha estado en contacto con el tratamiento de depilación es vital para seguir el proceso sin que haya resultados negativos. Las zonas depiladas durante la sesión pueden estar inflamadas o enrojecidas, además de que la persona puede notar tirantez incluso tres días después del tratamiento. Es normal y no hay nada que temer, es algo que viene consigo en la depilación láser pero no supone riesgo alguno para la piel.

En SinPelos Depilación Láser recomiendan seguir unos pasos para que estos síntomas post depilación puedan desaparecer más rápido y no supongan mayor incomodidad a la hora de llevar una vida normal.

El aloe vera es un buen aliado para la piel. Dos o tres veces al día, las propiedades de esta planta en contacto con la piel pueden ayudar a una mayor hidratación de la zona. Una crema hidratante también puede generar bienestar en cualquier parte irritada.

La exposición solar está prohibida. Hay que evitar a toda costa que durante los tres días próximos el sol pueda dañar la zona tratada con el láser. Para reforzar esta medida, lo mejor es utilizar protección solar de factor 30 o mayor. 

Utilizar una esponja de crin ayuda a expulsar el vello.Tras una sesión, el cuerpo expulsa el vello tratado. Por lo menos durante tres semanas puede parecer incluso que está creciendo. Para ayudar a expulsarlo se utilizan este tipo de esponjas o similar.

En SinPelos Depilación Láser añaden que entre sesiones, después de que brote el vello, no hay que depilarse. La efectividad del tratamiento es mayor si entre una y otra no existe depilación.