La llegada del mes de diciembre nos deja en la mente estampas navideñas tradicionales e idílicas. Probablemente, en la mayoría de esas imágenes mentales, hay una chimenea de leña y los familiares y amigos alrededor de ella, buscando el calor de la Navidad, pero también el del hogar.

Estas chimeneas no son todas iguales. Las hay de diferentes tipos y características, que ofrecen rendimientos distintos. La primera de ellas es la chimenea de leña abierta. Tiene su encanto el poder ver los troncos arder sin nada de por medio, pero su rendimiento es bajo. El tiro de la chimenea es excesivo y le entra demasiado aire frío. Los gases de la combustión evacúan muy rápido e impiden el intercambio de calor con la habitación.

Lo bueno que tienen estas chimeneas es que la leña es barata y pese al mal rendimiento, el precio entre el combustible y el calor que proporciona no es tan descabellado. Es una opción para aquellos que buscan la chimenea de leña más tradicional.

En Chimeneas Sirvent explican que el avance tecnológico en el mundo de las chimeneas ha propiciado la creación de las chimeneas de cámara cerrada. El secreto de este tipo de chimeneas está en poder controlar la cantidad de aire que entra en la cámara de combustión. El gas caliente dentro de esta cámara durante más tiempo consigue una mayor temperatura y esta se intercambia a tiempo con la del resto de la habitación.

Estos avances han hecho que en los modelos más modernos, pese a tener un cristal entre la vista y el fuego, la protección no se llena de hollín y se puede observar cómo arde la leña. Las estéticas de estas chimeneas también son muy variadas, desde las más clásicas hasta las formas y colores más vanguardistas.

La combustión completa de la leña llega con el siguiente tipo de chimenea, la de doble cámara. En Chimeneas Sirvent señalan que en la segunda cámara se introduce aire limpio precalentado. Este combustible extra en los gases de primera combustión provocan que el rendimiento llegue incluso al 90% y el coste de la chimenea se pueda amortizar en poco tiempo.

A partir de aquí, lo mejor es consultar con los profesionales para que ellos sean quienes puedan asesorar al cliente con todos los factores a tener en cuenta. ¿Sabes ya qué chimenea de leña elegir?