En épocas de frío es mucha la gente que busca los mejores remedios para las gripes y constipados. Aunque se intente con fuerza, pocos son los que consiguen llegar a la primavera sin haber cogido como mínimo antes un catarro. Cada vez más son las personas que tratan de buscar alternativas naturales a todos los medicamentos que se recetan. Es en este ámbito donde entra en juego la yema de abeto.

La yema de abeto son todas las hojas verdes que forman el árbol y destacan por su eficacia a la hora de frenar síntomas de la gripe y de los resfriados. Aparte de ser un aliado extraordinario para las vías respiratorias, también ayuda a disminuir la irritación de garganta. La Finca Ecológica recomienda su uso, puesto que los brotes del árbol son válidos tanto para la sinusitis, la faringitis, la bronquitis y apoyo para el asma.

Estos brotes tienen una gran cantidad de resinas, y sus esencias principales son el alfa pineno y limoneno. ¿Y cuál es su función? Pues mientras que el alfa pineno funciona dilatando los bronquios y es antiinflamatorio natural, el limoneno es el causante del olor característico de las naranjas y de los limones. Su unión forma un jarabe con acción expectorante, antiséptica y balsámica, reduciendo, así, irritaciones y ronqueras.

El uso es sencillo, ya que se puede tomar en formato jarabe para los problemas en las vías respiratorias altas y bajas, o bien utilizar directamente los brotes como uso tópico en afecciones osteoarticulares leves y neuralgias.

La Finca Ecológica aconseja utilizar este remedio natural junto con su aliada la drosera. Esta última, además de ser una planta carnívora, se utiliza especialmente para curar dolencias relacionadas con los bronquios. Al ser rica en taninos y Vitamina C, entre otros, actúa sobre la laringe y reduce la tos irritada, seca o nerviosa. Así pues, su juntamos ambas plantas conseguiremos un mayor resultado de cara a los catarros y gripes.