Cada vez es más común escuchar las siglas TDAH. Son muchos los niños a los que se les diagnostica este trastorno de atención con hiperactividad, ya que es un problema que suele aparecer en la infancia, a partir de los 7 años normalmente. Está clasificado como un trastorno de conducta. Las personas que sufren este trastornos se muestran hiperactivos, impulsivos y tienen problemas para conseguir mantener la atención en una única actividad de forma continuada. Es por ello que es muy probable que estos niños tengan problemas en el rendimiento escolar y en las relaciones con familiares y amigos.
En Mentalclinic afirman que no se conocen las causas de TDAH, aunque hay diferentes estudios que apuntan a que existe un componente genético bastante importante. En cuanto a los síntomas, debe quedar claro que toda persona es probable que en un momento de su vida pueda presentar los síntomas sin que, por ello, deba de padecer la enfermedad. Además, no todas las personas diagnosticadas con TDAH presentan los mismos síntomas. Es por ello que existen tres tipos diferentes de TDAH.
El TDAH con hiperactividad-impulsividad es aquel en el que se mantiene frecuentemente un estado de excitación. Se habla mucho y se está muy inquieto, a estos alumnos les cuesta mucho permanecer sentados en la silla. Estas personas suelen interrumpir a menuda conversaciones e incluso la clase que imparte el profesor y no pueden mantenerse quietos ni siquiera cuando están jugando.
Por otro lado, está el TDAH con déficit de atención. En este caso, la persona tiene problemas para conseguir mantener la atención en cualquier actividad que esté realizando en ese momento, es por ello que suele cometer errores o perderse detalles. Se distrae con mucha facilidad y no suele terminar lo que empieza ya que cambia de actividad rápidamente. Otra característica importante es que presenta dificultades para seguir las normas o los detalles de actividades y juegos. Es común, también, que se pierdan las cosas, que se olviden los deberes que tienen que hacerse o tareas que se le ordenan en casa.
En último lugar, está el TDAH combinado. Tal y como dicen en Mentalclinic, en este caso, el niño manifiesta los dos tipos anteriores de TDAH. Es decir, sufre los síntomas de la hiperactividad-impulsividad y, además, los de la falta de atención. Es por ello que es necesario que se diagnostica a las personas que lo padecen ya que se les deben ofrecer una atención más personalizada y es necesario que tanto el ambiente familiar como el del profesorado conozcan la situación del niño para que se le puedan ofrecer las herramientas necesarias para su desarrollo.
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