La depresión y la ansiedad son, desgraciadamente, dos conceptos cada vez más habituales en nuestra sociedad. Cada vez tenemos más prisa, menos tiempo, más necesidades. Muchas de ellas son 'innecesarias' y creadas por nuestra mente y se incrementan los espacios en los que compararse a uno mismo con el resto de las personas.

Hay un tema que todavía es tabú: el suicidio. Bien sea porque es un tema demasiado delicado como para hablar de él a la ligera o porque nos da demasiado respeto. Lo que sí que es cierto que es que se debería hablar más sobre ello pero, tal y como afirma Mentalclinic. siempre y cuando sea con consciencia y desde un ámbito profesional-educacional. Tiene que tener como finalidad educar a la personas para ayudar a alguien que lo necesite, a personas que se vean en esa situación con un conocido o con ellos mismos y, sobre todo, a eliminar cualquier conducta que pueda generar que alguien pueda llegar a tener pensamientos suicidas.

Actualmente y centrándonos en este ámbito, existe un GRAN ENEMIGO. Y sí, es necesario escribirlo en mayúsculas: INTERNET. Las redes sociales, ese espacio on-line donde aparentemente todo el mundo puede escribir lo que quiera, están en cabeza en cuanto a generadores de ansiedad y depresión, entre muchos otros. Existe la tendencia a confundir 'libertad de expresión' con 'digo todo lo que me apetezca sin pensar en las consecuencias que mis palabras puedan llegar a tener'.

También existen otros motivos para llegar a tener pensamientos suicidas, como los problemas personales: el maltrato, problemas familiares, problemas en el colegio, bullying, ciberbullying o una inestabilidad emocional generada por diferentes enfermedades mentales. Las maneras de lidiar con estos problemas son ambiguas, pero lo que sí que está claro es que es necesario pedir ayuda a un experto. Este, tratará de guiarte y de aconsejarte sobre cómo actuar delante de las diferentes situaciones. Está claro que muchos de estos problemas podrían evitarse si las personas moderaran sus conductas y respetaran la integrad física y psicológica de los demás. Pero, como afirma Mentalclinic, esta es una situación muy complicada, por lo que la ayuda profesional siempre será un buen amarre al que agarrarse.