Si piensas que conseguir un buen bronceado es solo cosa de playa y crema estás muy equivocado. La mejor manera para que el cuerpo quede con ese tono que todos quieren tener durante los meses de verano está en el tipo de alimentos que se ingieren. En este artículo repasamos algunos de los productos cuyas propiedades ayudan a no quemarse y a conseguir el moreno perfecto.

Tenemos que empezar por el tomate. Este alimento es una de las estrellas del verano. Sea en ensaladas o en gazpacho, le da sabor a cualquier plato y sus propiedades son innumerables. Aporta licopeno, un antioxidante muy potente que mantiene la piel luminosa y suave. Como contiene betacarotenos, esto hace que la vitamina A, C y E esté presente en nuestro cuerpo y favorecen que a la secreción de melanina para que el bronceado se quede en perfectas condiciones en la piel. Si esto no fuera poco, tiene propiedades fotoprotectoras y anticancerígenas. Todo un referente del verano el tomate.

Aunque por fuera son verdes, las sandías por dentro son igual de rojas que el tomate. Esta fruta refrescante es otro de los alimentos que mejor ayudan a conseguir y mantener un buen bronceado. En ella está el licopeno y también los betacarotenos, ambos sinónimos de conseguir que la melanina se note en la piel. Además, ¿quién se resiste a un buen bocado de sandía con lo refrescante que es y la cantidad de agua que aporta al cuerpo?

Lourdes Barea, de la Finca Ecológica, recomienda también el pimiento verde, ya que su principal componente es el agua y posee vitamina A en forma de los ‘bronceadores’ betacarotenos, con acción antioxidante de su efecto protector. Este alimento contiene incluso más vitamina C que la naranja, la fresa o el kiwi, otras frutas que se consumen en este periodo estival.

Otra de las hortalizas que encajan perfectamente en este ‘moreno’ artículo es la berenjena. Su mejor época es el verano, con los meses de calor. Se puede incluir en muchas recetas y sus propiedades no solo son buenas para el bronceado, sino que favorecen la actividad del hígado.

Por último, hay que destacar también las propiedades del melón. Los antioxidantes de esta refrescante fruta son vitales para que la piel mantenga su suavidad y elasticidad. Es en verano cuando es época para el melón y su aportación de agua al cuerpo es vital en esa lucha para no quemarse la piel después de estar expuestos a tantas horas de sol.