En la piscina municipal José Trenzano Alós se ha vivido recientemente una situación de lo más incómoda que ha obligado a desalojar la piscina. Mientras los ciudadanos estaban disfrutando del baño se ha localizado una caca dentro del agua. Aunque no se sabe exactamente cómo ha llegado ahí, es fácil suponer que ha sido una persona ‘bromista’ que no ha tenido en cuenta los problemas que esto supone.

El resultado de una gamberrada así es que los bañistas se ven obligados a salir del agua para que los responsables de la piscina pongan en marcha el protocolo marcado por la ley ante estos casos. Como ha explicado el concejal Miguel Juan Reig a Pagina66), la primera medida es desalojar toda la piscina en la que se ha detectado el excremento, tras esto se activan las bombas de limpieza y se vierten los productos químicos necesarios para limpiar el agua. Por último antes de permitir de nuevo el baño, el agua debe ser analizada y solo si el resultado es bueno, se puede reanudar el uso de la piscina. Todo este proceso lleva un tiempo aproximado de entre 30 minutos y una hora.

Para el concejal de Deportes esta gamberrada no tiene ninguna gracia.“Con este tipo de actos los únicos perjudicados son los usuarios que se ven obligados a salir de la piscina en días tan calurosos como los que estamos viviendo” ha explicado Reig, quien sobre todo se ha mostrado preocupado porque con estas bromas a parte de ser un incordio, se pone en peligro la salud de los ciudadanos “el protocolo y el análisis de agua son necesarios para garantizar la salud de todo el mundo que se bañe en la piscina”, ha concluido Reig.