El cole ha empezado y ha llegado la época en que la temperatura baja. ¿Cómo podemos mantener las defensas y el sistema inmunitario de nuestros escolares en buenos niveles? La equinácea es una buena solución.

La equinácea es conocida por reducir los síntomas del resfriado, pero es una planta que tiene muchas más propiedades y capacidades relacionadas con reforzar y potenciar el sistema inmunitario.

Con la llegada del descenso de temperaturas es adecuado conocer estas propiedades como explican Lourdes Barea y Jordi Mira de La Finca Ecológica. Se trata de un antibiótico natural capaz de activar la producción de leucocitos de nuestro organismo y a su vez sirve como antiinflamatorio.

Con la equinácea podemos disminuir la fiebre, la mucosidad y la tos asociadas principalmente al resfriado pero también a otras enfermedades a nivel respiratorio como la bronquitis, sinusitis, faringitis.... Con ella se acelera la recuperación y en el mejor de los casos previene la aparición de estos síntomas o minimizan sus efectos.

La equinácea es perfecta para combatir los dolores de garganta e inflamación de las amígdalas, las infecciones de oído, las migrañas, las infecciones de las encías, los orzuelos, las indigestiones, las infecciones de orina, enfermedades del aparato circulatorio como el reumatismo, etc.

Por último, también tiene beneficios para las personas que sufren TDAH, trastorno por déficit de atención e hiperactividad o el SFC, Síndrome de Fatiga Crónica, incluso ayuda a personas que sufren determinados tipos de cáncer por reforzar su sistema inmunitario.

En lo que respecta a su faceta como potente cicatrizante se puede aplicar de forma tópica en la epidermis para tratar diferentes heridas, quemaduras, eccemas, picaduras, psoriasis, furúnculos e incluso hemorroides, entre las propiedades beneficiosas que destacan de esta planta Lourdes Barea y Jordi Mira de La Finca Ecológica.

Además de la equinácea, la miel y el propóleo también ayudan a mejorar el sistema inmunitario.