Hasta el momento, esta legislatura viene marcada por los vaivenes políticos típicos en tiempos de elecciones, en constante campaña electoral desde que iniciamos el año.

Hemos empezado fuerte y ya se van destacando posiciones, tanto en el salón de plenos, como en los diferentes medios de comunicación. Unos con más pegas para que se le aprueben sus textos, otras con un acercamiento claro para el consenso.

No siempre es positivo que se apruebe una moción, ni que la finalidad sea esta y cosechar un gran número de éxitos, aunque sean un brindis al sol o se vacíen de contenidos. Posiblemente, esto también sea “política de escaparate” o “política ficción”, que algunas formaciones critican.

Tampoco pudiera parecer que anteponer los caprichos ideológicos a las necesidades reales de la gente sea una buena elección. En el centro, por ejemplo, no hay problemas de escolarización de niños o adolescentes aunque no haya un colegio público, pero sí hay problemas reales de accesibilidad, seguridad o convivencia, como también ocurre en otros barrios de Alcoy.

Hay cosas que te pueden gustar más o menos, campañas mejores o peores, políticas más o menos afines, pero tampoco se trata de disparar contra todo lo que se menea, máxime cuando venga de un ámbito plural y con agentes externos implicados. Y podremos discutir de fondos y formas, pero sumar iniciativas siempre es positivo.

En fin, que cada maestrillo tiene su librillo, y cada uno ve las cosas del color de su cristal. Como decía aquella canción, si de amor ya no se muere, igual de éxito sí.