La Asociación de empresas del Transporte de las comarcas (ASOTRAC), dependiente de FEDAC, respalda la decisión de la Confederación de Transporte de Mercancías de España de demandar a los gobiernos español y catalán por omisión de sus funciones al entender que no hicieron todo lo posible para evitar que cerca de 20.000 transportistas quedaran atrapados en la frontera de la Jonquera hace dos semanas por la acción de protesta de los CDR.

En L’Alcoià y El Comtat, la incidencia fafectó a 25 camiones de diversas empresas de logística que operan para todo el mundo con el transporte de mercancías perecederas y no perecederas. El bloqueo en la frontera les hizo retrasar su entrega en 3 días, lo que les repercutió en pérdidas de entre 800 y 900 euros por vehículo, a lo que “hay que añadir el sobrecoste de 300 euros por trabajador que tuvo que alargar su estancia más de lo previsto”.

Antonio Pascual, presidente de ASOTRAC, ha calificado la situación de “muy desagradable e injusta para un sector empresarial ya de por sí castigado por impuestos y la regulación internacional. La reputación del empresariado español también queda cuestionado porque el mal es trasversal: repercute en nosotros, pero también en quien nos contrata para trasportar sus productos y al destino final”.