La Guardia Civil ha investigado en Alcoy a un hombre como presunto autor de un delito continuado relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos. Supuestamente, el uso de cebos envenenados han causado la muerte a varios animales de la zona.

Agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Ibi y la agente medioambiental adscrita a la comarca han investigado los casos, cuyos primeros hechos se remontan a 2017. Hace tres años se produjo el envenenamiento de una perra mientras paseaba por una partida del término municipal de Alcoy, en compañía de su dueño.

En noviembre de 2019 aparecieron cebos envenenados y la muerte de un gato, un zorro, dos ratones y una garduña. El último caso se ha dado en julio de 2020, con la aparición de cebos envenenados y la muerte de un jabalí, un gato y un zorro.

Las pesquisas han conseguido que los agentes localizaran e identificaran al presunto autor después de encontrar en un garaje dos botes que contenían la sustancia usada supuestamente para envenenar los cebos. Se trata de un plaguicida cuya tenencia y utilización están prohibidas, al ser considerado como un residuo peligroso y tóxico para la salud humana y para el medio ambiente.

Además, los agentes encontraron una serie de cuerdas, que fueron remitidas para su cotejo y análisis, por parte del laboratorio de química y medio ambiente del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil de Madrid, al haber sido estas las utilizadas probablemente para anudar los citados cebos.

Este delito puede conllevar una pena de prisión de 4 meses a 2 años o multa de 8 a 24 meses, así como la inhabilitación para el ejercicio del derecho a cazar o pescar de uno a tres años.